Mars One: La colonización de Marte empieza en 2018

Washington. (EFE).- La fundación Mars One anunció hoy que ha firmado acuerdos con Lockheed Martin y Surrey Satellite Technology para el envío a Marte, en 2018, de «adelantados» robóticos que prepararán la colonización de humanos que viajarán sin retorno.

La fundación holandesa, privada y sin fines de lucro, ya ha recibido más de 165.000 solicitudes de voluntarios dispuestos a viajar a Marte, y la selección de los finalistas se hará después de cuatro rondas de examen.
Las órbitas elípticas de la Tierra y de Marte llegan a su perigeo cada dos años cuando la distancia entre los dos planetas es de unos 55 millones de kilómetros, y las agencias espaciales aprovechan ese alineamiento orbital para el lanzamiento de las naves de exploración del planeta rojo.

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Dependiendo de la velocidad del lanzamiento, la alineación de ambos planetas y cuánto combustible se use para la travesía, un viaje desde la Tierra a Marte puede tomar entre 150 y 300 días.

El problema logístico de una misión tripulada a Marte consiste en la carga de combustible y los suministros suficientes para el viaje de ida, la estancia en el cuarto planeta del sistema solar, y el despegue y travesía de retorno.
La idea de Mars One es el envío de robots que cumplirán la labor que los «adelantados» tuvieron en la avanzada europea sobre las Américas, y luego de los primeros colonos dispuestos a establecerse permanentemente en Marte sin retornar a la Tierra.
Bas Lansdorp, cofundador y ejecutivo principal de Mars One, dijo en un comunicado que su organización está muy entusiasmada por la firma de los acuerdos para la primera misión a Marte.
«Ésta será la primera nave espacial privada que irá a Marte y su llegada y operación exitosas serán un logro histórico», indicó Lansdorp en un comunicado.
El plan de Mars One es el envío a Marte de la misión no tripulada que llevará abastecimientos y a partir de 2022, de grupos de cuatro personas cada dos años.
Lockheed Martin diseñó, construyó y operó el robot Phoenix Mars que la NASA envió a Marte en 2007 en una misión de búsqueda de agua helada bajo el ártico marciano.
«Éste es un proyecto ambicioso y ya trabajábamos en el estudio del concepto de la misión, a partir del diseño probado de Phoenix», señaló en un comunicado Ed Sedivy, ingeniero jefe espacial de Lockheed Martin.
El artefacto Mars One tendrá un brazo robótico capaz de recoger muestras del suelo al igual que el Phoenix, y además un experimento para la extracción de agua del suelo; otro experimento para demostrar el uso de paneles solares de película fina en la superficie del planeta, y una cámara para un registro visual continuo.
Por su parte la firma SSTL construirá el satélite de la misión que se mantendrá en órbita sincrónica de Marte y proporcionará el enlace de banda ancha alta para transmitir los datos y las imágenes de video del robot a la Tierra.
Arno Wielders, otro cofundador de Mars One, sostuvo que con la misión de 2018 «se da un paso adelante en la colonización de Marte».
«La demostración de la producción de agua en Marte es crucial para las misiones tripuladas», señaló Wielders.
«Las imágenes de video acercarán Marte para la gente en la Tierra, y con los concursos de educación planificados para nuestro robot interesaremos a toda una nueva generación en la exploración de Marte», añadió.

 

La NASA afirma que volverá a la Luna en 2021 como paso previo a Marte

WASHINGTON, 14 May. (EUROPA PRESS) – El futuro Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS por sus siglas en inglés) en el que trabaja la NASA, está en camino de dar a Estados Unidos el más potente vehículo que nunca haya existido para el envío de seres humanos hacia el espacio profundo antes de diez años.

Ilustración artística del futuro transbordador SLS.

Ilustración artística del futuro transbordador SLS.

En declaraciones al Club Nacional del Espacio durante un almuerzo cerca del Centro Kennedy de la NASA en Florida, Todd May, gerente del programa SLS dijo que está previsto un vuelo de prueba sin tripulación de la nave espacial Orion en 2014, al que seguirá un test del propio sistema SLS en 2017, y una misión conjunta de lanzador y cápsula con astronautas de entre diez y catorce días que irá y volverá de la Luna en el 2021.

«En ese momento, tendremos la capacidad de ir a cualquier lugar del sistema solar donde se pretenda ir», dijo May. Este experto lidera un equipo de ingenieros y diseñadores del centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA en Huntsville, Alabama. «El objetivo final es poner las botas de los humanos en Marte.»

Los diseñadores de Kennedy también están trabajando para preparar un lugar para que el SLS pueda ser ensamblado y puesto a punto para el lanzamiento. La plataforma de lanzamiento 39B ha sido testigo de cambios significativos y el edificio de ensamblaje de vehículos está experimentando modernizaciones para albergar el futuro cohete, que será tan alto como un edificio de 36 pisos. En la imagen, se muestra una recreación de como lucirá el cohete en su plataforma.

Una versión de prueba de la cápsula Orión se encuentra en pruebas en el propio centro Kennedy y la nave espacial que hará el primer vuelo de prueba en el espacio llegará en un par de meses. Se experimentará el montaje final en el Centro Kennedy antes de ser montada encima de un cohete Delta IV, para una misión sin astronautas a bordo que pondrá a prueba los sistemas de la nave y el escudo de calor.

Muchos elementos del propio cohete SLS ya están en pruebas, incluyendo los motores y propulsores de combustible sólido de cohetes que darán el cohete cerca de 8 millones de libras de empuje en el lanzamiento, el 10 por ciento más que el Saturno V.

La NASA ya cuenta con un inventario de los motores principales del transbordador espacial que se utilizarán para alimentar la etapa central. «Los elementos de propulsión están en muy buena forma», dijo May. «Dieciséis motores principales del transbordador espacial es un buen comienzo.»

El SLS también usará cohetes propulsores sólidos, como el transbordador, pero las versiones serán de cinco segmentos en lugar de cuatro.

La atención se centra ahora en la versión del SLS diseñada para levantar 70 toneladas en el espacio, lo suficientemente fuerte como para enviar la nave espacial Orion a la Luna. Las versiones posteriores se espera que puedan poner en marcha 130 toneladas, suficientes para llevar módulos de aterrizaje o de otras naves espaciales adecuadas para ir a cualquier otro destino.

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Habrá mujeres en las primeras misiones a Marte

Las mujeres estarán presentes en las primeras tripulaciones que viajen a Marte, según ha señalado una directora de Misiones Científicas de la NASA, Colleen Hartman. Con este mensaje, la agencia espacial estadounidense pretende motivar a las jóvenes a interesarse por la carrera espacial y que no piensen que «en este campo sólo se cuenta con los hombres«.

Hartman ha señalado que tras ser tres hombres los primeros en pisar la Luna, ahora una mujer también debe ser protagonista en «el segundo logro más importante del ser humano en el espacio, poner el pie en Marte«.

Mujer en la ISS

«El hecho de que para el experimento Mars500 sólo se haya contado con la colaboración de hombres nos ha hecho pensar«, ha indicado la directiva de la NASA, quien ha señalado que el pensamiento actual del sector es que «el hombre ha ido a la luna pero a Marte puede ir todo el mundo«.

En este sentido, la NASA ha apuntado que existen 350 mujeres en Estados Unidos con doctorados en astronomías y «sólo 39 trabajan en la NASA» y apenas han participado en los equipos de gestión de proyectos recientes a Marte. Según los datos de los expertos, no es probable que se envíe una misión tripulada a Marte hasta 2033. Con este margen de 20 años, la agencia espacial quiere captar el interés de las niñas que actualmente tienen entre 11 y 12 años que «piensan que el sector espacial es sólo cosa de hombres«.

Del mismo modo, la agencia espacial reconoce que las mujeres han tenido que «superar muchos problemas por el camino«. Así, han señalado que cuando se realizan pruebas de cara a su participación en una misión se les pregunta por la familia, «cosa que a los hombres no se les cuestiona«, ha indicado Hartman.

También existen «obstáculos» con otros astronautas puesto que hay quien piensa «que un viaje a Marte (que duraría un año y medio entre ida y vuelta) con un grupo mixto supondría mayores conflictos internos con posibles relaciones románticas«. Leer más de esta entrada

De cómo fuimos a la Luna con un sextante

En lainformacion.com por  A.Martínez Ron / Miguel Fernández  24/01/2012

La tecnología que desarrolló el programa Apolo fue en buena parte analógica y mecánica. La exposición «Nasa, la aventura en el espacio», en Madrid, muestra algunos de estos artilugios espaciales que parecen extraídos de la era industrial. Cohetes guiados por sistemas ópticos, anclajes de metal y reglas de cálculo analógicas permitieron alcanzar la Luna mucho antes de la revolución de los microchips.

El 20 de julio de 1969, pocos minutos antes de posarse sobre la Luna, el ordenador del módulo Eagle comenzó a pitar y a indicar enloquecidamente una «alarma 1202». El fallo, que puso en vilo a los astronautas y al control de Houston, se produjo por una acumulación imprevista de datos del radar que provocó una saturación del sistema. Afortunadamente, el software había sido diseñado para priorizar determinadas maniobras y el alunizaje se pudo completar con éxito.

La carrera espacial hacia la Luna fue una hazaña que costó miles de millones de dólares y el trabajo de centenares de operarios de tierra durante meses. Pero se completó con una tecnología que hoy nos parece primitiva. Mucho antes de la revolución del microchip, los astronautas salieron al espacio exterior provistos de una regla de cálculo y un sextante incorporado en la nave para calcular su posición por métodos tradicionales.

La exposición  «Nasa, la aventura en el espacio», que permanecerá hasta el 15 de junio en Casa de Campo de Madrid, permite contemplar algunos de los objetos de esta era espacial que parecen sacados de una fantasía «steampunk».

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