Una Troya de Murcia

Por Jacinto Antón/El País.com  28/9/2012

Una obra pensada para el combate”. Así describen los arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) que la han descubierto la imponente fortificación hallada en el rico yacimiento de La Bastida (Totana, Murcia) y cuyo hallazgo fue anunciado ayer. La construcción, para la que los asombrados investigadores no ahorran superlativos, es una maravilla de la poliorcética (el arte de defender y atacar las plazas fuertes). Fue construida con gran conocimiento del asunto y espíritu rupturista hace 4.200 años, en la Edad del Bronce, y es, aseguran, única en la Europa continental. Qué diablos hacía en Murcia es algo que hay que dilucidar. Seguramente responde a un momento de cambio social y político —posiblemente la instauración de una primera estructura de tipo estatal— que requirió un aumento espectacular de la violencia.

El estilo del yacimiento de La Bastida denota influencia oriental

El estilo del yacimiento de La Bastida denota influencia oriental

Cuenta con muros macizos de tres metros de espesor, torres cuadradas que tendrían una altura original de siete metros, una entrada monumental y una poterna de arco apuntado que se conserva completa y que es excepcional para la época. La muralla protegía una ciudad de cuatro hectáreas situada en una colina. Los arqueólogos cuyas excavaciones están patrocinadas por la Consejería de Cultura de la Región de Murcia, el Ayuntamiento de Totana, la UAB y el Gobierno central, creen que la fortificación fue concebida por “gente con grandes conocimientos militares procedente de Oriente”, puesto que su modelo, inédito en Occidente, “remite a las antiguas civilizaciones del Mediterráneo”. En concreto, los descubridores, dirigidos por el catedrático de Prehistoria de la UAB Vicente Lull, citan —y ya me dirán si no es para ponerse a soñar— la segunda ciudad de Troya. Recordarán que existen en el yacimiento de la colina de Hisalrik (Turquía), hasta diez ciudades de Troya superpuestas. La legendaria de la Ilíada correspondería a Troya VII A. La II se sitúa entre los años 2.600 al 2.350 antes de Cristo y es contemporánea de la ciudad fortificada murciana (2.200 a. C.).   Leer más de esta entrada

La Edad de Hierro queda al descubierto en Els Vilars d’Arbeca

¿Cómo eran las casas en la Edad del Hierro y que relación tenían con el recinto fortificado? Es una de las preguntas que se podrá empezar a responder este mismo mes gracias a los trabajos de excavación que han empezado esta semana en los Vilars de Arbeca, un yacimiento íbero único en Europa por sus características y su estado de conservación. Una labor que el Grupo de Investigación Prehistórica de la Universitat de Lleida (UdL)inició en 1985 y que ha sido muy intensa en la última década, hecho que permite poder pasearse y volver al pasado de la fortaleza.

Els Vilars d'Arbeca

Fortaleza ibérica de Els Vilars d’Arbeca

“Estamos trabajando en la fase fundacional, hecho que le añade un interés especial que sólo se puede realizar en algunas zonas de la fortaleza”, explica el director de las excavaciones y catedrático de Prehistoria de la UdL, Emili Junyent. Los trabajos pondrán al descubierto la relación de las casas con la muralla contigua que, entre otros aspectos, estaban caracterizadas por tener una gran estancia o vestíbulo. Cabe destacar que, hasta el momento, los vestigios más antiguos que se han encontrado de la época –siglo VIII a.C.– provienen de los Vilars, hecho que da aún más relevancia a la actual campaña.

Los trabajos actuales, que concluirán con la realización de un curso de estudiantes que se organiza cada año en el marco de la Universitat d’Estiu de la UdL, se reprenderán en otoño con otra de las intervenciones más importantes. Se trata de la restauración de uno de los pocos tramos de muralla aún pendiente: la vertiente noreste donde precisamente ahora se excavan las casas. El ritmo de trabajo de este año ha empezado a paralizarse y la tendencia de futuro es, como mínimo, incierta. “Esta dinámica está en peligro”, sentencia Junyent, aunque apunta que si la crisis frena las excavaciones, el yacimiento no se resentirá porque se ha avanzado mucho respecto a la restauración, acondicionamiento y museización del espacio.

Los trabajos aun pueden resolver muchas dudas sobre el sentido de las construcciones de la época. Junto a la fortaleza está el llamado campo norte, que tiene casi el doble de extensión. En ese espacio podría estar ubicada la contraguardia del recinto a parte de la canalización que hacía llegar el agua hasta el foso. De momento se trata de una zona en la que no se puede excavar, ya que el terreno no es de propiedad municipal. La idea es, en un futuro, adecuarlo y convertirlo en un parque arqueológico que recupere la vegetación de ribera antigua.   Leer más de esta entrada

Un cambio climático acabó con la civilización del Valle del Indo

Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) que combina las últimas evidencias arqueológicas con las últimas tecnologías de la geociencia, ha demostrado que el cambio climático fue un ingrediente clave en el colapso de las civilizaciones presentes en el Valle del Indo hace 4.000 años. El estudio también resuelve el debate que lleva tanto tiempo abierto sobre el origen y el destino del Sarasvati, el río sagrado de la mitología hindú.

Mohenjo-daro Rey Sacerdote

Estatua del rey sacerdote, en Mohenjo-daro, usando ajrak sindhi, periodo harappano maduro tardío, Museo Nacional (Karachi, Pakistán)

Se extiende más de 1 millón de kilómetros cuadrados a través de las llanuras del río Indo, desde el Mar Arábigo hasta el Ganges, a través de lo que es ahora Pakistán, el noreste de India y el este de Afganistán, la civilización del Valle del Indo es la más antigua, al menos que sepamos, de las primeras culturas urbanas, que también incluyen a Egipto y Mesopotamia. Sus contemporáneos, los Harappanos, vivían cerca de las riveras para aprovecharse de la fertilidad de esas zonas. «Hemos reconstruido la dinámica del paisaje de la llanura donde se desarrolló la civilización del Indo de 5200 años atrás, cómo construyeron sus ciudades, y poco a poco se desintegraron entre 3900 y 3000 años atrás«, explica Liviu Giosan, un geologista de Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) y autor principal del estudio publicado sobre el fin de estas culturas.

Hoy en día, numerosos restos de los asentamientos de los harappanos están localizados en la región desértica, lejos de cualquier río fluvial. En contraste a Egipto y Mesopotamia, que han seguido unos cánones clásicos de desarrollo, esta cultura en el sur de Asia con una población que representaba el 10 por ciento de la población mundial, fue totalmente olvidada hacia 1920. Desde entonces, una oleada de investigaciones arqueológicas en Pakistán y la India ha descubierto una cultura urbana sofisticada, con multitud de rutas comerciales internas y bien establecidos los enlaces marítimos con Mesopotamia, estándares en la construcción de edificios, sistemas sanitarios, etc. «Consideramos que es el momento de que un equipo de científicos interdisciplinarios contribuyan al debate sobre cuál fue el destino de esa gente» ha añadido.

La investigación ha sido llevada a cabo entre 2003 y 2008 en Pakistán, desde la costa del océano Arábigo hasta los fértiles valles de Punjab y el norte del desierto de Thar. El equipo internacional incluye científicos de EEUU, Inglaterra, Pakistán, India y Rumanía. Todos expertos en geología, geomorfología, arqueología y matemáticas. Combinando imágenes por satélite y datos topográficos, los investigadores han analizado mapas digitales de las zonas cercanas al Indo y a los ríos vecinos.

«Una vez conseguida esta nueva información sobre la historia geológica, hemos podido reexaminar todo lo que ya sabíamos sobre los yacimientos, lo que plantaban y cuándo, y cómo iba cambiando todo lentamente» explica el co-autor, Dorian Fuller, arqueólogo de la Universidad de Londres.

El nuevo estudio sugiere que el descenso en las lluvias del monzón llevó a una dinámica de ríos debilitados, y supuso un cambio crítico ya que los harapanos se servían de esta gran cantidad de agua para cuidar de sus excedentes alimenticios lo que acabó por llevarles a su desaparición.    Leer más de esta entrada

Ítaca, el Peloponeso, Troya. Las investigaciones de Heinrich Schliemann

«Cuando, en Kalkhorst, aldea del Mecklemburgo-Schwerin, a la edad de diez años, entregué a mi padre, como regalo para la Navidad de 1832, un relato, en un mal latín, sobre los principales acontecimientos de la guerra de Troya, y las aventuras de Ulises y de Agamenón, estaba lejos de pensar que, treinta y seis años más tarde, ofrecería al público un libro sobre el mismo tema, luego de haber tenido la felicidad de ver con mis propios ojos el teatro de esta guerra y la patria de los héroes que Homero ha inmortalizado con sus nombres«.

Itaca, Peloponeso, Troya. Heinrich Schliemann. Traducido por Hugo Francisco Bauzá

Itaca, Peloponeso, Troya. Heinrich Schliemann. Traducido por Hugo Francisco Bauzá

Heinrich Schliemann (1822-1890) se presenta así como un caso notable y singularísimo en la historia de la cultura occidental; de orígenes muy humildes, llegó a ser, sin embargo, una de las personas más ricas de la Europa del siglo XIX; de una niñez y juventud marcadas por la miseria y por la falta de una formación cultural ordenada y sistemática, su inteligencia privilegiada y su tesón –especialmente su tesón– lo convirtieron en un políglota que llegó a dominar numerosas lenguas; más aún, merced a sus descubrimientos en Troya, Micenas, Orcómeno y Tirinto, llegó a ser una de las personalidades más célebres de su tiempo. Guiado por la atenta lectura de Homero y de Pausanias, Schliemann reflejó, en estos diarios, los asombrosos descubrimientos y peripecias que sirvieron, a la postre, para cimentar la arqueología como ciencia. Publicados simultáneamente en francés y alemán en 1869, han permanecido inéditos hasta hoy en castellano.

Hugo Francisco Bauzá, editor y traductor de la presente obra, es profesor en la Universidad de Buenos Aires. Reputado especialista en la figura de Virgilio y la literatura clásica, es autor de numerosos trabajos, entre los que destacan: «El imaginario clásico: edad de oro, utopía y Arcadia» (1993), «Voces y visiones. Poesía y representación en el mundo antiguo» (1997), «El mito del héroe. Morfología y semántica de la figura heroica» (1998) y «Qué es un mito. Una aproximación a la mitología clásica» (2005).

ÍTACA, EL PELOPONESO, TROYA. INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS
HEINRICH SCHLIEMANN
EDITORIAL AKAL. COLECCIÓN UNIVERSITARIA. 
TRADUCTOR: HUGO FRANCISCO BAUZÁ
ISBN 978-84-460-3018-8
DIMENSIONES   14X22    N.° PÁGINAS 176
AÑO EDICIÓN 2012
PRECIO SIN IVA  13,46 €

Entre la Atlántida e Hispania: del mito a la Historia

El día en que el Professor Aronnax desarrolló científicamente ante el capitán Nemo la posibilidad de que apareciera un nuevo continente, éste le respondió fríamente:

No son nuevos continentes lo que necesita la Tierra, sino hombres nuevos. (Veinte mil leguas de viaje submarino: Primera parte: Capítulo XIX)

Entre la Atlántida e Hispania (Anaya, 2009)

JOAN SANTACANA, ANAYA, 2009
ISBN 9788466786744

Los orígenes de los países son siempre misteriosos; se envuelven con mitos e historias fantásticas que, a menudo, esconden realidades mucho más profundas. Para los primeros navegantes fenicios y griegos, la Península Ibérica era un lugar remoto, envuelto en leyendas. Otear las costas del Estrecho de Gibraltar significaba para ellos llegar al extremo del mundo, atravesar las columnas de Hércules significaba alcanzar la antesala de un viejo «Eldorado», la mítica Tartessos, una tierra llena de oro y plata, de una belleza sin igual. ¿Qué hubo de cierto en estas leyendas? ¿Qué se escondía detrás del mito hispano de la Atlántida? ¿Cuál es el origen de las palabras Iberia o Hispania? Con el desarrollo de las colonizaciones fenicias y griegas se desvanecieron los límites del mito e Hispania entró en la historia. Y comenzaron a hacerse realidad sus diferentes pueblos –tartesios, iberos, celtas…–. Este libro nos habla de aquel mito, pero, fundamentalmente, nos desvela las formas de vida, las costumbres, las creencias, los miedos y los valores de los pueblos primitivos de la Península Ibérica prerromana.

Joan Santacana Mestre  arqueólogo y doctor en pedagogía fue catedrático de Geografía e Historia en Enseñanza Media hasta 1995 y miembro fundador del grupo Historia 13-16 de investigación sobre didáctica de la Historia. Actualmente, es profesor titular de didáctica de las ciencias sociales en la Universidad de Barcelona. Como arqueólogo, sus investigaciones se han centrado en la protohistoria peninsular. Especialista en el campo del patrimonio, es uno de los impulsores de la museografía didáctica en España y es autor de importantes proyectos en museos y yacimientos arqueológicos. Ha publicado numerosos trabajos de historia, arqueología y museografía y, desde el Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona, ha impulsado un decisivo grupo de investigación relacionado con la didáctica y el patrimonio: Didpatri.

Índice
1 El Occidente mítico
2 El Occidente histórico
3 El paisaje: tierras, pueblos y ciudades
4 Monarquías, repúblicas y tribus
5 Dioses, espíritus y cultos
6 De Iberia a Hispania

Formato: 13,5 x 20 cm
128 páginas, rústica
Edición con ilustraciones a todo color
P.V.P. 11 €
ISBN: 978-84-667-8674-4

Mesopotamia, Egipto, India, China y….Caral

Por Diana Mandiá – Con su país aterrado por el devastador terremoto de marzo de 2011, un grupo de ingenieros japoneses se plantó en el valle del río Supe, a unos 200 kilómetros de Lima, para conocer las medidas antisísmicas que 5.000 años antes había diseñado la civilización Caral, la más antigua del continente americano, para defenderse de las violentas fallas del Pacífico.

Plaza circular de Caral y Pirámide Mayor

“Con 5.000 años de adelanto llegaron al mismo resultado”, sostiene Ruth Shady (Callao, 1946), la arqueóloga peruana que en 1994 dató la antigüedad de Caral, contemporánea a las otras cuatro grandes civilizaciones ya conocidas —China, India, Egipto y Mesopotamia. La investigadora, catedrática en la Universidad San Marcos de Lima, está de visita en Santiago de Compostela, invitada por el Instituto de Ciencias do Patrimonio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con el que aspira a compartir experiencias educativas y de gestión del patrimonio arqueológico en el futuro.

En los días que ha pasado en el CSIC atendiendo seminarios y hablando con investigadores gallegos, ha visitado yacimientos de O Barbanza y la Costa da Morte, además de la capital de Galicia, que le interesa por su estado de conservación pero también, argumenta, “porque hay mucha consciencia del papel que tiene el simbolismo del itinerario cultural de Santiago”. De este lado del Atlántico, dice la arqueóloga, aprecia “la actitud siempre proactiva y amable de los hosteleros” y la importancia “social y económica” de la Compostela de los caminantes y turistas.    Leer más de esta entrada

Gadir: ¿Fundaron los fenicios Cádiz en 1100 a.C.?

Mapa de Gadir

Islas Gadeiras, hace 2000-3000 años. La línea celeste representa el contorno de costa actual.

Por Diego RUIZ MATA | Catedrático de Prehistoria. Resulta paradójico que cuando muchos aspiran a parecer y sentirse cada vez más jóvenes, como Peter Pan del siglo XXI o el profesor Gustav von Aschenbach, protagonista de ‘La muerte en Venecia‘ de Thomas Mann, tras la visión del joven y bello polaco Tadzio, otros se sientan atraídos por la vejez, experimentando el síndrome de Matusalén, ese anciano bíblico que vivió casi mil años y que es sinónimo de antigüedad. Es lo que sucede también a muchos eruditos y aficionados a la arqueología, para quienes cuanto más antiguo, mejor. Y en ello se empeñan, obviando que no siempre cualquier tiempo pasado es superior en valores al más reciente. La búsqueda incesante de la datación más antigua para la fundación fenicia de Gadir, como máximo logro de la investigación, ha constituido el objetivo más importante y casi único, quedando en segunda línea el significado que supuso la presencia fenicia en la Bahía gaditana y las transformaciones materiales, sociales, económicas e ideológicas de este evento para la Bahía y Occidente. Se trata, al fin y al cabo, del origen de la civilización occidental proveniente en gran parte de la cultura oriental.

Todo proviene de unos textos tardíos, tópicos y confusos para nosotros que han proporcionado debates apasionados y faltos de manifestaciones materiales evidentes hasta que la arqueología, más pausada y serena, ha entrado en acción. El más antiguo procede de Eratóstenes, que vivió entre el 280 y 195 a.C, recogido por Estrabón, doscientos años después, y dice así: «los cuales -los fenicios- navegaron por fuera de las Columnas de Heracles y fundaron ciudades, no sólo allí, y también en medio de las costas de Libia -África-, poco después de la guerra de Troya». Estrabón, en su libro Geografía, nos informa que las primeras noticias sobre Iberia se deben a los fenicios, «dueños de la mejor parte de Iberia, de la Libia, desde antes de la época de Homero». Y poco después, C. Veleyo Patérculo, en su Historia de Roma, escribe lo siguiente: «ochenta años después de la guerra de Troya (.), la escuadra tiria, la más poderosa en el mar, en la región más alejada de España, en el extremo del mundo conocido, fundó Cádiz en una isla rodeada por el océano próxima al continente y separada de él por un estrecho. Pocos años después, los mismos fundaron Utica en Africa».   Leer más de esta entrada

En busca del misterio de los númidas

Por Jacinto Antón.  /  “Eorum in equitatu maxima laus fuit” (Su mayor gloria fue la caballería). La palabra númida conjura la vertiginosa imagen de la caballería ligera más famosa y decisiva de la antigüedad. Los jinetes que ayudaron a Aníbal a convertirse en leyenda, que luego colaboraron resolutivamente a su derrota en Zama y que más tarde cabalgaron junto a César en sus campañas en la Galia. Convertida en indispensable fuerza auxiliar de las legiones, la caballería númida era tan emblemática como los honderos baleares, los arqueros cretenses o los nadadores bátavos.

Representación de uno de los temibles jinetes númidasTito Livio, admirado de su virtuosismo ecuestre los comparó con los desultores del circo, los acróbatas caballistas, por tener la misma capacidad de saltar de un caballo a otro, incluso en pleno combate. ¿Pero quiénes eran esos númidas ágiles y veloces que han dejado un rastro de sobresaltado respeto en el mundo antiguo?

Originarios de Numidia (abundante en feroces leones, decía Plinio), un reino que comprendía partes de Argelia, Túnez y Marruecos, entraron en contacto con los cartagineses, que los usaron como mercenarios (Serge Lancel ha dicho que fueron para Cartago lo mismo que los cosacos para el imperio ruso), y luego con los romanos. Divididos en tribus y facciones, a menudo enfrentadas, los númidas apoyaron a Cartago o a Roma y guerrearon contra una y otra en las Guerras Púnicas. Entre sus caudillos figuran grandes personajes de la antigüedad como Sifax, aliado de Cartago y casado con la desgraciada Sophonisba, entregada por su padre Asdrúbal Gisco; Naravas, inmortalizado por Flaubert en Salambó; Masinisa, amigo de Escipión el Africano, y Jugurta, que tuvo en jaque a la república romana con sus guerras y sobornos.

Las fuentes clásicas nos dan información escasa y confusa sobre el pueblo númida, más allá de su relación con Roma, y la historiografía y la arqueología no los ha tenido muy en cuenta. Así que en realidad son unos grandes desconocidos y si historia está llena de enigmas. A resolverlos en lo posible se dedican ahora sobre el terreno un grupo de arqueólogos de la Universidad de Barcelona (UB) encabezados por Joan Sanmartí que excavan desde 2006 en el yacimiento númido-romano de Althiburos (actual el Medeina), en el noroeste de Túnez, en la provincia de el Kef, a 215 kilómetros de la capital del país y a menos de 50 de la frontera argelina.   Leer más de esta entrada

El legendario volcán de Santorini se despereza

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El cono volcánico de Nea Kameni desde Thera

13/3/2012 (EUROPA PRESS) – La isla de Santorini es uno de los rincones turísticos más paradisiacos que ofrece Grecia. Pero también es una isla volcánica que ha estado relativamente en calma desde su última erupción en 1950, hasta ahora.

La caldera de Santorini, resultado de la legendaria erupción que cambió la faz de la isla y acabó de paso con la civilización minoica,  está despierta otra vez y se está deformando a niveles nunca antes registrados científicamente. El profesor de Georgia Tech Andrew Newman ha estudiado la evolución de la caldera de Santorini desde que instaló más de 20 estaciones GPS en la isla en 2006.

«Después de décadas de poca actividad, una serie de terremotos y un consiguiente proceso deformación comenzó dentro de la caldera de Santorini en enero de 2011«, dijo Newman, cuya investigación va a ser publicada en los próximos días por Geophysical Research Letters (Paper in Press). «Desde entonces, nuestros instrumentos en la parte norte de la isla se han movido lateralmente entre cinco y nueve centímetros. La cámara de magma del volcán se está llenando, y estamos manteniendo una estrecha vigilancia sobre su actividad

Newman, geofísico de la Escuela de la Tierra y Ciencias de la Atmósfera en el Tecnológico de Georgia, matiza que no se puede estar seguro de si la erupción es inminente ya que las observaciones de dicha actividad en este tipo de volcanes son limitadas. De hecho, las calderas similares en todo el mundo han demostrado una actividad similar sin estallar. Sin embargo, Newman dice que la cámara se ha ampliado en 14 millones de metros cúbicos desde el pasado mes de enero. Eso significa que el magma acumulado en la cámara de bombeo daría para llenar una esfera de tres campos de fútbol de diámetro.

En caso de erupción en Santorini, Newman dice que es probable que sea comparable a lo que en la isla se ha visto en los últimos 450 años. «Eso podría ser peligroso«, señala Newman. «Si la caldera entra en erupción bajo el agua, podría causar tsunamis locales y afectar tráfico de barcos, incluidos los cruceros, dentro de la caldera. Los terremotos pueden dañar en las casas y producir deslizamientos de tierra a lo largo de los acantilados«. Más de 50.000 turistas al día acuden a Santorini, en los meses de verano (de mayo a octubre). Es común ver un máximo de cinco cruceros fondeados sobre el volcán.

Santorini es el lugar de uno de los más grandes eventos volcánicos de la historia humana. La erupción minoica, que se produjo alrededor de 1650 aC, enterró la importante ciudad portuaria de Akrotiri, con más de 20 metros de ceniza y creó los famosos acantilados de Santorini, que no son otra cosa que las laderas interiores de un cono vocánico cuyo cráter está en parte sumergido.

Newman dice que no es probable que un evento similar vaya a reproducirse a corto plazo. Tal erupción se presenta una vez cada 100.000 años, y la inflación actual en la cámara de magma es menos del 1 por ciento de la de la que propició la explosión minoica.

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El Stonehenge gallego ejemplo de socialización del conocimiento

Han pasado más de dos décadas desde que el arqueólogo Antón Malde se topó por azar con una figura femenina, de rasgos toscos pero expresivos y sexo exacerbado, esculpida en bajorrelieve sobre una roca del cerro de Pena Furada, en el municipio coruñés de Coirós. Ahora, después de una primera intervención realizada el pasado año, se ha revelado que no se trata de una incisión aislada, sino que forma parte de un monumental y complejo santuario, fechado entre los últimos siglos antes de Cristo y los primeros de la era cristiana y que arroja luz sobre el sistema simbólico y religioso de los pueblos galaicos, antes y durante su romanización.Plano de la excavación

El hallazgo es relevante por varias causas, relatan Malde y Manuel Gago, doctor en Ciencias de la Comunicación, divulgador y la otra pata de un proyecto arqueológico singular, basado en la participación social. Hasta la fecha la investigación sobre la Edad del Hierro II en Galicia se ha encerrado en los castros, rara vez ha sobrepasado sus muros. En cambio, Pena Furada es un monte, con unos 280 metros sobre el nivel de mar, situado en un área vacía de este tipo asentamientos. Además, el conocimiento sobre las creencias de estos pueblos se limitaba casi a las aras romanas y a las inscripciones en ellas practicadas, pero no abundan las representaciones figurativas de sus dioses ni este tipo de estructuras arquitectónicas. Este yacimiento añade nuevos elementos para una intrincada gramática que solo se está entendiendo “de manera parcial”, en palabras de Gago.

Una de esas novedades, nunca probada en Europa para esta época, es el control sobre la incidencia que la luz solar tiene en el conjunto y las conexiones astrales que plantea. Así, la figura de A Moura —es probablemente una diosa de la fertilidad—, ubicada en un podio, en la parte más elevada del complejo, se revela con toda claridad al mediodía. Sin embargo, el otro antropomorfo, quizás masculino, es más visible hacia el ocaso. Malde está convencido de que no es casual. Tampoco lo es, a su juicio, que la vulva del bajorrelieve sea irradiada por el sol en su máxima intensidad durante el equinoccio de primavera, momento del año ancestralmente celebrado por fiestas y rituales. Ni que a diferencia de la estructura general del santuario, que se desarrolla en un eje norte-sur, esté orientada al oeste, relacionado con el mundo del más allá, según la tesis de Fernando Alonso, que también estudió A Moura. Leer más de esta entrada