Un cambio climático acabó con la civilización del Valle del Indo

Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) que combina las últimas evidencias arqueológicas con las últimas tecnologías de la geociencia, ha demostrado que el cambio climático fue un ingrediente clave en el colapso de las civilizaciones presentes en el Valle del Indo hace 4.000 años. El estudio también resuelve el debate que lleva tanto tiempo abierto sobre el origen y el destino del Sarasvati, el río sagrado de la mitología hindú.

Mohenjo-daro Rey Sacerdote

Estatua del rey sacerdote, en Mohenjo-daro, usando ajrak sindhi, periodo harappano maduro tardío, Museo Nacional (Karachi, Pakistán)

Se extiende más de 1 millón de kilómetros cuadrados a través de las llanuras del río Indo, desde el Mar Arábigo hasta el Ganges, a través de lo que es ahora Pakistán, el noreste de India y el este de Afganistán, la civilización del Valle del Indo es la más antigua, al menos que sepamos, de las primeras culturas urbanas, que también incluyen a Egipto y Mesopotamia. Sus contemporáneos, los Harappanos, vivían cerca de las riveras para aprovecharse de la fertilidad de esas zonas. «Hemos reconstruido la dinámica del paisaje de la llanura donde se desarrolló la civilización del Indo de 5200 años atrás, cómo construyeron sus ciudades, y poco a poco se desintegraron entre 3900 y 3000 años atrás«, explica Liviu Giosan, un geologista de Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) y autor principal del estudio publicado sobre el fin de estas culturas.

Hoy en día, numerosos restos de los asentamientos de los harappanos están localizados en la región desértica, lejos de cualquier río fluvial. En contraste a Egipto y Mesopotamia, que han seguido unos cánones clásicos de desarrollo, esta cultura en el sur de Asia con una población que representaba el 10 por ciento de la población mundial, fue totalmente olvidada hacia 1920. Desde entonces, una oleada de investigaciones arqueológicas en Pakistán y la India ha descubierto una cultura urbana sofisticada, con multitud de rutas comerciales internas y bien establecidos los enlaces marítimos con Mesopotamia, estándares en la construcción de edificios, sistemas sanitarios, etc. «Consideramos que es el momento de que un equipo de científicos interdisciplinarios contribuyan al debate sobre cuál fue el destino de esa gente» ha añadido.

La investigación ha sido llevada a cabo entre 2003 y 2008 en Pakistán, desde la costa del océano Arábigo hasta los fértiles valles de Punjab y el norte del desierto de Thar. El equipo internacional incluye científicos de EEUU, Inglaterra, Pakistán, India y Rumanía. Todos expertos en geología, geomorfología, arqueología y matemáticas. Combinando imágenes por satélite y datos topográficos, los investigadores han analizado mapas digitales de las zonas cercanas al Indo y a los ríos vecinos.

«Una vez conseguida esta nueva información sobre la historia geológica, hemos podido reexaminar todo lo que ya sabíamos sobre los yacimientos, lo que plantaban y cuándo, y cómo iba cambiando todo lentamente» explica el co-autor, Dorian Fuller, arqueólogo de la Universidad de Londres.

El nuevo estudio sugiere que el descenso en las lluvias del monzón llevó a una dinámica de ríos debilitados, y supuso un cambio crítico ya que los harapanos se servían de esta gran cantidad de agua para cuidar de sus excedentes alimenticios lo que acabó por llevarles a su desaparición.    Leer más de esta entrada

Nuevas mediciones podrían confirmar la hipótesis Gaia

Por Yaiza Martínez. Una novedosa herramienta de análisis del ciclo del azufre determinará si es o no cierto que nuestro planeta se autorregula, como cualquier otro ser vivo. En 1979, se hizo pública la denominada hipótesis Gaia, que postulaba que la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un organismo vivo. Pero, ¿es realmente la Tierra (Gaia) un ser vivo gigante?

Imagen NASA

Un método recientemente desarrollado por científicos de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, basado en las mediciones del ciclo del azufre, podría desvelar esta incógnita. En 1979, el químico James Lovelock y la bióloga Lynn Margulis hicieron pública la denominada hipótesis Gaia, que postulaba que la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo coherente y un sistema autorregulador que tiende al equilibrio, en definitiva, como un organismo vivo. Según publica dicha Universidad en un comunicado la clave estaría en un elemento químico que se encuentra entre los 10 más abundantes del universo: el azufre.


En los océanos, los organismos marinos producen un compuesto del azufre, el dimetilsulfuro, que es lo suficientemente estable como para resistir la oxidación del agua y que se produzca su transferencia al aire y a la superficie terrestre. Es lo que se denomina el “ciclo del azufre”, un proceso que se desarrolla a través de la tierra, la atmósfera y los seres vivos marinos, y que juega un papel crucial tanto en el clima como en la salud de los organismos y ecosistemas.

De hecho, las emisiones de dimetilsulfuro son esenciales para la regulación del clima, a través de su transformación en aerosoles, que se cree influyen en el equilibrio de radiación térmica terrestre.

Lo que han hecho Harry Oduro, de la Universidad de Maryland, en colaboración con el geoquímico James Farquhar, y la bióloga marina Kathryn Val Alstyne, de la Western Washington University, es desarrollar una herramienta que posibilita el rastreo y la medición del sulfuro a lo largo de todo el ciclo del azufre: desde la metabolización de estos compuestos por parte de los organismos oceánicos hasta la atmósfera y la tierra.     Leer más de esta entrada

El aumento de la temperatura del océano causa la muerte de 4.000 pelícanos en las costas peruanas

Lima, 9 may (EFE).- La muerte de unos 4.000 pelícanos en diferentes playas del Perú durante las últimas tres semanas está causada por inanición al escasear la anchoveta, su único alimento en el litoral peruano durante el otoño.

Pelícanos muertos en Perú

Fotografía cedida por Andina donde se ven varios pelícanos muertos en la reserva natural de Illescas, en Piura (Perú). EFE/Archivo

Así concluye el estudio realizado por el biólogo Carlos Bocanegra, de la Universidad Nacional de Trujillo (Perú), quien analizó a 20 ejemplares cuyo sistema digestivo no contenía su alimento habitual y en cambio presentaban un «elevado y preocupante» número de parásitos. Los pelícanos perecieron progresivamente desde el norte de Perú hasta llegar esta semana a Lima, pero es en la región de Trujillo donde se acumulan la mayor parte de ellos.

Este hallazgo se produce apenas dos semanas después de que en las playas del norte de Perú aparecieran muertos casi 800 delfines sin que la principal causa haya podido definirse todavía, aunque el Gobierno la achaca a un virus y las organizaciones ecologistas a las exploraciones petrolíferas realizas en esa zona.

Según relató Bocanegra a Efe, hasta 15 de los 20 pelícanos analizados no contenían alimento en su sistema digestivo y 5 de ellos tenían otro alimento que no es propio de estas aves, lo que «indica que no encontraron la anchoveta, que ha emigrado hacia el sur por un inusual aumento de la temperatura superficial del mar«.

Los datos del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) revelan que las aguas del litoral de Trujillo se encuentran hasta ocho grados por encima de lo habitual en esta época, ya que se ha constatado que se encuentra en 22 grados centígrados, cuando lo usual es que se mantengan entre los 14 y 17 grados. «Es una anomalía muy fuerte que provoca que la presa emigre al sur y las aves también se muevan con ella, pero ahora los pelícanos no están apostados en zonas de su hábitat natural, como islas y ambientes rocosos, sino en playas arenosas«, añadió.

Según el biólogo el fenómeno se puede alargar hasta julio, cuando una vez llegado el invierno la temperatura del agua pueda recuperar sus niveles habituales. Lo que preocupó a Bocanegra fue hallar en el interior de los pelícanos estudiados hasta 120 ejemplares de «Ascaris lumbricoides», un endoparásito, cuyas hembras arrojan hasta 250.000 huevos que son posteriormente excretados.

«Esto no fue la causa de la muerte de las aves, pero ayudó a ella porque bajó las defensas del pelícano en su alto número. Una vez muertos suponen un riesgo para la salud pública«, apuntó. Por esta razón la Dirección General de Salud Ambiental lanzó ayer la recomendación de restringir el acceso en algunas de las playas donde aparecen los pelícanos muertos y recomendó a la población abstenerse de aproximarse a estos balnearios con aves muertas.

Mientras tanto el Ministerio de Agricultura, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria, descartó en sus investigaciones que la causa de la muerte sea la gripe aviar.

Fuente: EFE

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El concepto del Tiempo y el fin del ‘Big Bang’

Rosa M. Tristán – ¿De dónde viene el concepto de tiempo? ¿Cómo ha ido cambiando a lo largo de la historia de la Humanidad? Y sobre todo… ¿hasta cuándo va a durarnos? Estas son algunas de las preguntas, algunas con respuesta y otras no, que plantea Adam Frank, catedrático de Astrofísica en la Universidad de Rochester (Nueva York) en su último libro: ‘El principio del fin’, que acaba de ser editado en España por la editorial Ariel.

El fin del principio

'El fin del principio' / Adam Frank / Edita Ariel / Año 2012 / 493 páginas / 24,90 €

Frank, que recientemente ha recibido el premio de la Sociedad Astronómica de Estados Unidos por su trabajo de divulgación científica, parte de la idea de que el comienzo de todo, que ahora se considera que fue el Big Bang, dado lugar al Universo, está a punto de ser sustituido. La Cosmología, con sus imparables avances, ya ha planteado nuevas hipótesis, como la compleja teoría de cuerdas o la de los multiuniversos, que podrían «dar origen a una nueva era», en palabras del propio Frank.

¿Y como esa nueva era va a transformar nuestro tiempo? Esta es la reflexión que plantea el astrofísico en su libro. Con un lenguaje ameno, en el que no faltan entretenidas anécdotas, pero sin perder el rigor científico, Frank relata los cambios que se han producido en la concepción del tiempo desde hace 60.000 años hasta nuestros días.

¿Realmente era importante hasta hace poco que fueran las 13.17 minutos o las 13.27? Hoy esa mínima diferencia temporal nos hacer perder aviones o los nervios en una espera, y puede ser la causa de que se pierda un trabajo o una importante cita médica. Pero no siempre fue así.

En este ensayo, se explica cómo se ha ido acelerando el tiempo que marcan los relojes, del mismo modo que se acelera la expansión del Universo. Ambos, el cósmico y humano, argumenta Frank, son historias gemelas. «Son dos historias paralelas que están fuertemente entrelazadas, aunque hasta ahora no se han contado nunca juntas«, afirma el astrofísico norteamericano.

El problema, añade, es que «el principio de todo está listo para ser sustituido«; que el momento singular de la creación en los inicios del ‘Big Bang’, el comienzo del tiempo, está a punto de ser abandonado por la misma ciencia que lo definió. Y se pregunta: si la ciencia de la cosmología está cerca de volver a imaginar el tiempo ¿Cómo afectará eso a la manera en que lo experimentamos entre momento y el siguiente?

El recorrido para dar respuesta a esa pregunta, el autor comienza con las sociedades de cazadores-recolectores y sigue por el Neolítico, el surgimiento de las ciudades, el Renacimiento, la Revolución Industrial… para acabar en la última revolución de la información y las teorías de la física cuántica.

Todo ello, con un enfoque crítico con las sociedades occidentales, en las que la eficiencia y el consumo gobiernan nuestras vidas en una carrera desbocada en la que factores como el cambio del clima provocado por los gases de efecto invernadero presionan para cambiar ese modelo acelerado del tiempo.

En definitiva, una reflexión meditada y documentada sobre la historia cultural y científica de la Humanidad que nos invita a ‘echar el freno’.

Fuente:   elmundo.es  9/4/2012

El hielo azul de la Antártida crece 9 centímetros en cuatro años

La capa de hielo azul de la Antártida ha crecido en altura cerca de nueve centímetros desde los últimos cuatro años, tal y como recogen los datos recogidos por la misión Cryosat de la Agencia Europea Espacial (ESA, en sus siglas en inglés). Esta campaña se ha llevado a cabo en una meseta desierta conocida como región del hielo azul, en el borde de la Antártida. Como su nombre sugiere, este lugar único es una vasta extensión de hielo azul pulido, sin nieve.

Según la ESA, es precisamente esta ausencia de nieve y la inusual superficie helada lo que convierten a esta región en ideal para determinar la precisión de las medidas del altímetro de Cryosat. Como no hay nieve, las señales de radar emitidas por el altímetro de Cryosat rebotan directamente en el hielo y vuelven al satélite.La región del hielo

La altura del hielo se determina por la diferencia en el tiempo entre la emisión y la recepción de las señales. Habitualmente el hielo está cubierto por una capa de nieve, así que la señal del radar debe penetrar esta capa superior antes de alcanzar el hielo.

A pesar de que estos trabajos de campo están diseñados para validar los datos de Cryosat, el análisis de las mediciones llevadas a cabo durante las campañas de 2008-09 y 2010-11 han arrojado los citados resultados: esta parte de la Antártida ha aumentado en altura unos 9 centímetros de media entre una campaña y otra. Científicos de la Universidad Técnica de Dresden han hecho frente a un clima extremo para poder generar un mapa que registre los sutiles cambios en la altura del hielo en un área de 2.500 kilómetros cuadrados. Las medidas fueron tomadas en tierra, con equipos con GPS instalado en trineos.

Asimismo, científicos del Instituto Alfred Wegener también llevaron a cabo mediciones desde un avión, con un instrumento que simula el altímetro de Cryosat. Tras analizar los datos recogidos en las campañas y compararlos con series de datos que se retrotraen a hace 20 años los científicos han podido determinar los cambios.

«Hemos podido obtener este interesante resultado gracias a las campañas anteriores al lanzamiento de CryoSat en 2010«, ha dicho Reinhard Dietrick, de la Universidad Técnica de Dresden. «Los resultados por supuesto son preliminares, pero será muy interesante ver si este aumento en altura se mantiene en el futuro«.

Por otro lado, equipos de científicos de la ESA, la NASA, Europa y Canadá se dirigen al alto Ártico para tomar medidas desde el hielo y también desde el aire, mientras Cryosat toma datos desde su órbita.

Cryosat fue lanzado hace casi exactamente dos años, para monitorizar los cambios en el grosor del hielo marino que flota en los océanos polares y de los casquetes polares en Groenladia y la Antártida. Su misión última es mejorar nuestra comprensión del vínculo entre el hielo y el clima.

Fuente Europa Press: 30/3/2012

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El deshielo en Groenlandia ha elevado el mar 7 centímetros desde 2002

Los satélites del Experimento de Recuperación Gravitatoria y Clima (GRACE, por sus siglas en inglés) han conseguido medir con precisión desde el espacio el derretimiento de los glaciares de Groenlandia, según los datos revelados este viernes por el Centro de Investigación Alemán de Geociencias (GFZ), justo cuando se celebra el décimo aniversario de estos satélites gemelos.Groenlandia se funde

Este sábado, 17 de marzo de 2012, los dos satélites gemelos GRACE, habrán estado en órbita durante, exactamente, 10 años. Los científicos los llaman «Tom y Jerry», porque se persiguen el uno al otro, trazando, exactamente, la misma órbita alrededor de la tierra.

Desde su lanzamiento, en el cosmódromo ruso de Plesetsk, los dos satélites han dado la vuelta a la Tierra más de 55.000 veces, en una órbita casi polar entre los 450 y 500 kilómetros de altitud. GRACE es un proyecto conjunto de la agencia espacial de los EE.UU., la NASA, y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). El investigador principal de la misión es el profesor Byron Tapley, de la Universidad de Texas; y el co-investigador principal es el doctor Frank Flechtner, del Centro de Investigación Alemán de Geociencias GFZ.

El escudo de hielo de Groenlandia tuvo que hacer frente a una pérdida de 240 gigatoneladas (1 Gt = 109 t) de masa entre 2002 y 2011; lo cual se correspondió con un aumento del nivel del mar de alrededor de 0,7 mm por año, es decir 7 centímetros en el conjunto del periodo. Estos datos se conocen gracias a las mediciones de alta precisión de la misión GRACE, cuyos registros resultaron en una imagen exacta, sin igual hasta la fecha, de la gravedad de la Tierra.
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El legendario volcán de Santorini se despereza

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El cono volcánico de Nea Kameni desde Thera

13/3/2012 (EUROPA PRESS) – La isla de Santorini es uno de los rincones turísticos más paradisiacos que ofrece Grecia. Pero también es una isla volcánica que ha estado relativamente en calma desde su última erupción en 1950, hasta ahora.

La caldera de Santorini, resultado de la legendaria erupción que cambió la faz de la isla y acabó de paso con la civilización minoica,  está despierta otra vez y se está deformando a niveles nunca antes registrados científicamente. El profesor de Georgia Tech Andrew Newman ha estudiado la evolución de la caldera de Santorini desde que instaló más de 20 estaciones GPS en la isla en 2006.

«Después de décadas de poca actividad, una serie de terremotos y un consiguiente proceso deformación comenzó dentro de la caldera de Santorini en enero de 2011«, dijo Newman, cuya investigación va a ser publicada en los próximos días por Geophysical Research Letters (Paper in Press). «Desde entonces, nuestros instrumentos en la parte norte de la isla se han movido lateralmente entre cinco y nueve centímetros. La cámara de magma del volcán se está llenando, y estamos manteniendo una estrecha vigilancia sobre su actividad

Newman, geofísico de la Escuela de la Tierra y Ciencias de la Atmósfera en el Tecnológico de Georgia, matiza que no se puede estar seguro de si la erupción es inminente ya que las observaciones de dicha actividad en este tipo de volcanes son limitadas. De hecho, las calderas similares en todo el mundo han demostrado una actividad similar sin estallar. Sin embargo, Newman dice que la cámara se ha ampliado en 14 millones de metros cúbicos desde el pasado mes de enero. Eso significa que el magma acumulado en la cámara de bombeo daría para llenar una esfera de tres campos de fútbol de diámetro.

En caso de erupción en Santorini, Newman dice que es probable que sea comparable a lo que en la isla se ha visto en los últimos 450 años. «Eso podría ser peligroso«, señala Newman. «Si la caldera entra en erupción bajo el agua, podría causar tsunamis locales y afectar tráfico de barcos, incluidos los cruceros, dentro de la caldera. Los terremotos pueden dañar en las casas y producir deslizamientos de tierra a lo largo de los acantilados«. Más de 50.000 turistas al día acuden a Santorini, en los meses de verano (de mayo a octubre). Es común ver un máximo de cinco cruceros fondeados sobre el volcán.

Santorini es el lugar de uno de los más grandes eventos volcánicos de la historia humana. La erupción minoica, que se produjo alrededor de 1650 aC, enterró la importante ciudad portuaria de Akrotiri, con más de 20 metros de ceniza y creó los famosos acantilados de Santorini, que no son otra cosa que las laderas interiores de un cono vocánico cuyo cráter está en parte sumergido.

Newman dice que no es probable que un evento similar vaya a reproducirse a corto plazo. Tal erupción se presenta una vez cada 100.000 años, y la inflación actual en la cámara de magma es menos del 1 por ciento de la de la que propició la explosión minoica.

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La peor tormenta solar de la historia causaría ahora 22.860 millones € de pérdidas

Si se volviera a producir hoy en día la mayor tormenta magnética solar de la que se tiene registro, datada en 1859 y a la que los científicos de la época bautizaron como Evento Carrington, las pérdidas en los sistemas de telecomunicaciones por satélite rondarían los 22.860 millones de euros.

Tormenta solar 2012

Imagen que muestra una de las últimas y más importantes explosiones que ha tenido lugar en el Sol. Fuente: Nasa

El proyecto europeo Spacecast, puesto en marcha el 1 de marzo, ofrecerá datos regulares y fiables del tiempo espacial, actualizado cada hora, que ayudará a proteger los satélites utilizados para la navegación, las telecomunicaciones, la teledetección y otros servicios, ha informado la Universidad de Barcelona, que cuenta con varios investigadores que participan en este programaSpacecast analizará los fenómenos explosivos que tienen lugar en el sol que emiten partículas de alta energía y radiación electromagnética que afectan a la Tierra y su campo magnético.

El tiempo espacial es el conjunto de condiciones del medio interplanetario, entre el Sol y la Tierra, en un momento determinado, y refleja las alteraciones debidas a la actividad solar.

Según el catedrático del Departamento de Astronomía y Meteorología de la UB Blai Sanahuja, que participa en el proyecto Spacecast, «la importancia de estos fenómenos no ha cambiado tanto por el sol, que sigue su ciclo habitual, sino por nuestra dependencia de estos cambios que cada vez tiene un impacto más grande en nuestra tecnología«.    Leer más de esta entrada

El ser humano ya causó la extinción de especies hace 100.000 años

Las olas de extinciones que se produjeron hace 100.000 años, que eliminaron a algunos de los animales más grandes del mundo, fueron causadas por el ser humano y el cambio climático, según una nueva investigación de la Universidad de Cambridge, publicada en la revista PNAS.El ser humano ya causó la extinción de especies hace 100.000 años.

Mediante el examen de la extinción ocurrida durante el Cuaternario tardío (hace 700.000 años), pero centrándose principalmente en los últimos 100.000 años, los científicos han sido capaces de evaluar la importancia relativa de los diferentes factores que causaron la extinción de gran parte de la megafauna terrestre del mundo -los animales de 44 kg, o más. Estas extinciones incluyen a los mamuts de Norteamérica y Eurasia, los mastodontes y los perezosos gigantes de las Américas, el rinoceronte lanudo de Europa, los canguros ywombats gigantes de Australia, y las moas gigantes (aves no voladoras) de Nueva Zelanda.

Los investigadores utilizaron datos de un núcleo de hielo de la Antártida, uno de los más largos registros de funcionamiento de los cambios en el clima de la Tierra- que abarca los últimos cientos de miles de años. También, recopilaron información sobre la llegada de los humanos modernos de África a cinco masas diferentes (América del Norte, América del Sur, la mayor parte de Eurasia, Australia y Nueva Zelanda). Leer más de esta entrada

Antiguos manuscritos árabes permiten a los científicos estudiar el clima del pasado

Manuscritos escritos por eruditos árabes en la antigüedad pueden proporcionar una información valiosa sobre la meteorología para ayudar a los científicos en la actualidad para reconstruir el clima del pasado, según revela un nuevo estudio elaborado por científicos españoles.

La investigación, publicada en Weather,  analiza los escritos de los eruditos, historiadores y cronistas en Irak durante la Edad de Oro Islámica entre 816-1009 d.C. para probar la existencia de patrones climáticos anormales.

La reconstrucción de la climatología del pasado proporciona una ayuda para entender los fenómenos meteorológicos modernos y un contexto valioso para el cambio climático. Contamos con los árboles del mundo, los núcleos de hielo y el coral que proporcionan evidencia del clima pasado, pero no tenemos estudios científicos del pasado que corroboren esta información.

Hasta ahora los investigadores se han basado en registros oficiales que detallan los patrones del clima, como los informes de la fuerza aérea durante la 2ª Guerra Mundial y los registros de los buques del siglo XVIII. Ahora, un equipo de científicos españoles de la Universidad de Extremadura han recurrido a fuentes documentales árabes de los siglos IX y X (3 º y 4 º en el calendario islámico).

La información climática se recuperó de estas fuentes antiguas y se refiere principalmente a los fenómenos extremos que afectaron a la sociedad en general, tales como sequías e inundaciones”, dijo el autor principal Dr. Fernando Domínguez-Castro. “Sin embargo, también documentan las condiciones excepcionales en que se vivieron en la antigua Bagdad, como las tormentas de granizo, la congelación de los ríos o incluso casos de nieve.”

Bagdad era un centro comercial y científico en el mundo islámico antiguo. En 891 dC el geógrafo al-bereber Ya’qubi escribió que la ciudad no tenía rival en el mundo, con veranos calurosos e inviernos fríos.

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