Entre la Atlántida e Hispania: del mito a la Historia

El día en que el Professor Aronnax desarrolló científicamente ante el capitán Nemo la posibilidad de que apareciera un nuevo continente, éste le respondió fríamente:

No son nuevos continentes lo que necesita la Tierra, sino hombres nuevos. (Veinte mil leguas de viaje submarino: Primera parte: Capítulo XIX)

Entre la Atlántida e Hispania (Anaya, 2009)

JOAN SANTACANA, ANAYA, 2009
ISBN 9788466786744

Los orígenes de los países son siempre misteriosos; se envuelven con mitos e historias fantásticas que, a menudo, esconden realidades mucho más profundas. Para los primeros navegantes fenicios y griegos, la Península Ibérica era un lugar remoto, envuelto en leyendas. Otear las costas del Estrecho de Gibraltar significaba para ellos llegar al extremo del mundo, atravesar las columnas de Hércules significaba alcanzar la antesala de un viejo «Eldorado», la mítica Tartessos, una tierra llena de oro y plata, de una belleza sin igual. ¿Qué hubo de cierto en estas leyendas? ¿Qué se escondía detrás del mito hispano de la Atlántida? ¿Cuál es el origen de las palabras Iberia o Hispania? Con el desarrollo de las colonizaciones fenicias y griegas se desvanecieron los límites del mito e Hispania entró en la historia. Y comenzaron a hacerse realidad sus diferentes pueblos –tartesios, iberos, celtas…–. Este libro nos habla de aquel mito, pero, fundamentalmente, nos desvela las formas de vida, las costumbres, las creencias, los miedos y los valores de los pueblos primitivos de la Península Ibérica prerromana.

Joan Santacana Mestre  arqueólogo y doctor en pedagogía fue catedrático de Geografía e Historia en Enseñanza Media hasta 1995 y miembro fundador del grupo Historia 13-16 de investigación sobre didáctica de la Historia. Actualmente, es profesor titular de didáctica de las ciencias sociales en la Universidad de Barcelona. Como arqueólogo, sus investigaciones se han centrado en la protohistoria peninsular. Especialista en el campo del patrimonio, es uno de los impulsores de la museografía didáctica en España y es autor de importantes proyectos en museos y yacimientos arqueológicos. Ha publicado numerosos trabajos de historia, arqueología y museografía y, desde el Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona, ha impulsado un decisivo grupo de investigación relacionado con la didáctica y el patrimonio: Didpatri.

Índice
1 El Occidente mítico
2 El Occidente histórico
3 El paisaje: tierras, pueblos y ciudades
4 Monarquías, repúblicas y tribus
5 Dioses, espíritus y cultos
6 De Iberia a Hispania

Formato: 13,5 x 20 cm
128 páginas, rústica
Edición con ilustraciones a todo color
P.V.P. 11 €
ISBN: 978-84-667-8674-4

El Stonehenge gallego ejemplo de socialización del conocimiento

Han pasado más de dos décadas desde que el arqueólogo Antón Malde se topó por azar con una figura femenina, de rasgos toscos pero expresivos y sexo exacerbado, esculpida en bajorrelieve sobre una roca del cerro de Pena Furada, en el municipio coruñés de Coirós. Ahora, después de una primera intervención realizada el pasado año, se ha revelado que no se trata de una incisión aislada, sino que forma parte de un monumental y complejo santuario, fechado entre los últimos siglos antes de Cristo y los primeros de la era cristiana y que arroja luz sobre el sistema simbólico y religioso de los pueblos galaicos, antes y durante su romanización.Plano de la excavación

El hallazgo es relevante por varias causas, relatan Malde y Manuel Gago, doctor en Ciencias de la Comunicación, divulgador y la otra pata de un proyecto arqueológico singular, basado en la participación social. Hasta la fecha la investigación sobre la Edad del Hierro II en Galicia se ha encerrado en los castros, rara vez ha sobrepasado sus muros. En cambio, Pena Furada es un monte, con unos 280 metros sobre el nivel de mar, situado en un área vacía de este tipo asentamientos. Además, el conocimiento sobre las creencias de estos pueblos se limitaba casi a las aras romanas y a las inscripciones en ellas practicadas, pero no abundan las representaciones figurativas de sus dioses ni este tipo de estructuras arquitectónicas. Este yacimiento añade nuevos elementos para una intrincada gramática que solo se está entendiendo “de manera parcial”, en palabras de Gago.

Una de esas novedades, nunca probada en Europa para esta época, es el control sobre la incidencia que la luz solar tiene en el conjunto y las conexiones astrales que plantea. Así, la figura de A Moura —es probablemente una diosa de la fertilidad—, ubicada en un podio, en la parte más elevada del complejo, se revela con toda claridad al mediodía. Sin embargo, el otro antropomorfo, quizás masculino, es más visible hacia el ocaso. Malde está convencido de que no es casual. Tampoco lo es, a su juicio, que la vulva del bajorrelieve sea irradiada por el sol en su máxima intensidad durante el equinoccio de primavera, momento del año ancestralmente celebrado por fiestas y rituales. Ni que a diferencia de la estructura general del santuario, que se desarrolla en un eje norte-sur, esté orientada al oeste, relacionado con el mundo del más allá, según la tesis de Fernando Alonso, que también estudió A Moura. Leer más de esta entrada