Encontrado el tapiz de Roda de Isábena robado en 1979 por Erik el Belga

Por J. García Calero. SUR.es – 14/11/2012 – Hace un par de semanas varios miembros de la Brigada de Patrimonio de la UCO de la Guardia Civil viajaron hasta Houston (EE UU), acompañados por dos expertas españolas, con el fin de identificar un tapiz muy valioso y después informar de la prueba pericial a la Fiscalía texana. Según fuentes oficiales, iban siguiendo el rastro a un tapiz robado en la catedral de Roda de Isábena (Huesca), en 1979. El autor del robo no fue otro que el celebérrimo Erik el Belga, afincado en Málaga desde hace años. Ahora la fiscalía tendrá que decidir si, con las pruebas aportadas, queda probado que la pieza, en manos de un coleccionista privado, es la misma.

A finales de noviembre de 2010, la conservadora del Museo Diocesano de Lérida, Carme Berlabé, miraba en internet catálogos de ferias y subastas. Un tapiz llamó su atención: le recordaba mucho al robado por Erik el Belga en una catedral oscense. «Vi que era el de Roda de Isábena -declaró ayer Berlabé-, pero aun así consulté con un gran experto y amigo, Guy Delmarcel, que me lo confirmó. Hablamos con el propietario, De Witt, que está en Malines, Bélgica, pero nos dijo que no podía facilitar información de la procedencia y que iba a venderlo. Entonces decidí hablar con la Guardia Civil y con algún periodista». Paralelamente informó a los obispados de Lérida y Barbastro. «De Witt me llamó a los pocos meses -continúa la conservadora- porque le había contactado la Guardia Civil y se asustó. Había logrado una venta muy provechosa de la pieza a un coleccionista estadounidense, que había pagado 300.000 euros, creo recordar. Temía que ahora por mis informaciones la operación resultase ilegal. Yo le dije que me había limitado a hacer mi trabajo».
Berlabé no se conformó y siguió investigando hasta saber que en 2008, dos años antes, lo había sacado a subasta la casa Hample de Munich. Curioso que, después de 30 años oculto, este tapiz surgiera al mercado. ¿Tal vez porque a los 30 años ha prescrito el delito contra el patrimonio? ¿Quién lo había ofrecido a los anticuarios? ¿Por qué primero como tapiz francés del XVI y luego como flamenco?
Aquella fría noche oscense del 7 de diciembre de 1979, Erik el Belga se llevó de la catedral de Roda de Isábena importantes piezas del patrimonio español. El museo no tenía alarma, el teléfono más próximo estaba a 3 kilómetros y así fue como el Belga se llevó la Silla de San Ramón, que deshizo en piezas (algunas de las cuales no han vuelto a aparecer), dos mitras, dos báculos, una capa de San Ramón, una imagen de la Virgen, un misal de Pergamino, una cruz tallada, objetos de plata, arqueta con relicario y el tapiz de marras.
El textil representa a la Virgen con San Vicente rodeada por dos obispos, uno de los cuales es Pedro Agustín, el obispo de Huesca cuyo escudo aparece destacado en la pieza por ser el donante. Junto al tapiz, entre las piezas de más valor, cabe destacar la capa románica, una talla de San Juan (s. XVII) y una arqueta de esmalte procedente de Limoges. El posible regreso de la pieza está ahora en manos de la fiscalía de Houston.

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Kati: El destino de los manuscritos andaluces de Tombuctú

«La sal viene del norte, y el oro, desde el sur, Manuscritos Kati
la plata proviene de la tierra de los blancos, pero las palabras de Dios, las cosas santas, las historias hermosas, sólo se pueden encontrar en Timbuktú»- Ahmed Baba al- Massufi (s. XVI).

Ahmed Baba era uno de los eruditos más destacados de Tombuctú en el período medieval. Sus escritos sobre la ciudad pueden entenderse mejor si nos remontamos en el tiempo a Tombuctú del Imperio Songhai en los siglos XV y XVI. Lo que se encuentra en los escritos de Baba es una de las odiseas más dramáticas de la historia cultural de la humanidad, la de los manuscritos de Kati. La historia, sin embargo, comienza en otra parte y va más atrás en el tiempo. Se inicia en Toledo en la España de hoy, y su legado sigue vivo en Tombuctú y otras ciudades de caravanas de África Occidental.

Desde el Tajo hasta el río Níger

Mediado el siglo XV los musulmanes que aún residían en Toledo comenzaban a sentir la presión que la sociedad cristiana, alentada por el poder, ejercía sobre las gentes de otra confesión. Muchos de estos musulmanes eran descendientes de las numerosas familias visigodas e hispano-rromanas convertidas al Islam en los primeros años del siglo VIII, poco después de la conquista. Ese era el caso de los Banu al-Quti, visigodos que adoptaron la fe de Mahoma quizá como una forma de seguir viviendo en la Ciudad de los Concilios bajo dominio omeya. Durante generaciones la peculiar cultura hispano-musulmana debió ir impregnando las formas de vida de esta familia con tolerancia y gusto por el saber y los libros, algo nada extraño entre los habitantes de las principales ciudades de al-Ándalus.

En 1467 Toledo está en llamas .La Toledo cristiana fue, a lo largo de muchos años, también ejemplo de convivencia, pero en la Castilla turbulenta del siglo XV el tiempo de tolerancia se acababa para los al-Quti ante la intransigencia religiosa en alza. Cuentan las crónicas que el 22 de mayo de 1468 un grupo de toledanos no católicos partían al exilio; entre ellos se encontraba el cadí Ali bin Ziyad, miembro de la familia al-Quti que ejercía de juez civil entre los musulmanes de Toledo.

Abarbanel, Farías o Pinedo,
arrojados de España por impía persecución,
conservan todavía la llave de una casa de Toledo.
Libres ahora de esperanza y miedo,
miran la llave al declinar el día;
en el bronce hay ayeres, lejanía,
cansado brillo y sufrimiento quedo. 
Jorge Luis Borges

Ali bin Ziyad al-Quti participó en la rebelión que provocó enfrentamientos entre musulmanes y cristianos. La rebelión es aplastada y el hombre se ve obligado a abandonar. En vez de dirigirse hacia Granada (el último reino islámico de al-Ándalus), se hace a la mar en el Estrecho de Gibraltar, llegando al Norte de África, sin otra cosa en su bolsa que algunos manuscritos. Nadie podría haber predicho que estos manuscritos se convertirían en la semilla de una floreciente escena cultural en África Occidental.

El intercambio cultural y económico entre África Occidental y Al-Ándalus florecía desde el siglo XI, y muchas ciudades africanas se reinventan en virtud de formar parte del oro y las rutas de las caravanas de sal. En el siglo XIV, Timbuktu brillaba como la joya de la corona del Imperio de Malí, gracias en particular a Mansa (Kankan) Musa. Musa reclutaba académicos, intelectuales e incluso los arquitectos de al-Ándalus y Egipto con el fin de convertir su reino en un centro de aprendizaje. La Mezquita Djinguereber, conocida como un centro de aprendizaje, construida por el arquitecto El-Saheli de Granada para Musa, sigue en pie en Timbuktu.

Finalmente, Timbuktu comenzó a aparecer en los mapas comerciales europeos y los estudiantes y académicos musulmanes venían hasta de Arabia y al-Ándalus. La culminación de la influencia andaluza, sin embargo, tendría lugar en el siglo XV a través de la familia Kati bajo el Imperio Songhai. Todo comenzó con Ali bin Ziyad, quien llegó a África occidental llevando sólo sus manuscritos. Su hijo Mahmud comenzó a usar el apellido Kati, por corrupción del nombre familiar al-Quti. Mahmud Kati tuvo una madre africana , y así Kati representó el enlace entre dos culturas.  Leer más de esta entrada

Un estudiante resuelve gracias a Google el enigma de un bombardeo cósmico del siglo VIII

Barcelona. (Redacción de La Vanguardia).- La revista Nature publicó hace unas semanas una interesante investigación llevada a cabo por científicos japoneses que describía una potentísima oleada de radiación procedente del espacio exterior en el siglo VIII.

Anglo-Saxon-Chronicle

Textos como el Anglo-Saxon Chronicle a menudo se refieren a eventos astronómicos / Mary Evans Picture Library | Nature

Las huellas de este extraordinario evento habían sido encontradas impresas en los anillos de los árboles de la época mediante el análisis de carbono 14. Un estudiante de la Universidad de California Santa Cruz, de nombre Jonathon Allen, asegura que podría haber aclarado el misterio, y todo gracias a una simple búsqueda en Google, según se recoge en este blog.

Según explica en un artículo enviado a Nature, en el año 774 d.c. apareció un misterioso «crucifijo» rojo en el cielo, una señal que fue recogida por una crónica anglosajona del siglo VIII en el The Avalon Project. Esa extraña cruz pudo haber sido la explosión de una supernova nunca antes reconocida.

Al joven estudiante le picó la curiosidad. Las únicas causas que podían provocar un impacto tan poderoso solo podrían ser la explosión de una supernova o gigantescas llamaradas solares, pero ninguno de estos eventos estaban registrados en los años 774 y 775 d.c., etapa en los que se dispara el índice de carbono-14 de dos viejos cedros japoneses analizados.

Geza Gyuk, astrónomo del Planetario Adler de Chicago, EE.UU., experto en utilizar las crónicas anglosajonas para investigar eventos astronómicos, dice que el descubrimiento de Allen es sorprendente y muy sugerente. Por otra parte, Donald Olson, físico de la Texas State University en San Marcos, EE.UU., asegura que “otra posible explicación del «crucifijo rojo» en el cielo puede ser la dispersión de la luz del sol en un nube tenue de cristales de hielo. Obviamente, ahora les toca a los astrofísicos buscar pruebas firmes que confirmen o desmientan la hipótesis del joven Allen.

Fuente: La Vanguardia 29/6/2012

Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares firman declaración de colaboración institucional homenaje a Compromiso de Caspe

CASPE (ZARAGOZA), 28 Jun. (EUROPA PRESS) –   Los presidentes de los parlamentos catalán, balear, valenciano y aragonés han firmado este jueves en Caspe (Zaragoza) una declaración institucional que sienta las bases de un espacio de colaboración en el ámbito institucional, social, cultural y de fomento de la historia compartida durante siglos.

   De esta forma, los representantes de los legislativos de los territorios de la antigua Corona de Aragón han rememorado el sexto centenario del anuncio del veredicto del Compromiso de Caspe que entronó a Fernando de Antequera como Fernando I de Aragón, poniendo fin a las incertidumbres en la línea sucesoria tras la muerte sin descendientes de Martín el Humano.

Homenaje al compromiso de Caspe

Foto: CORTES DE ARAGÓN

  En un acto celebrado en la colegiata de la ciudad bajoaragonesa se ha recordado el espíritu de la Concordia de Alcañiz y del Compromiso de Caspe y la inteligente forma en la que nueve hombres solventaron el conflicto, compromisarios que representaban a los reinos de Valencia y Aragón y los territorios catalanes.

   El presidente de las Cortes de Aragón, José Ángel Biel, ha recordado como el aragonés Benedicto XIII, requirió a los nueve compromisarios que «se esforzarsen por abrir la senda de la justicia y apartar los inconvenientes de las pasiones y afectos particulares y aplazar a momento más apropiado las cuestiones secundarias en las que hubiera discrepancia legítima».

   Experiencia que, a juicio de Biel, debería «servirnos de ejemplo para resolver la solución de actuales conflictos», ya que supuso un «ejemplo de sabiduría política y de voluntad de concordia».

   José Ángel Biel ha realizado una férrea defensa de la política «como herramienta de paz, como instrumento social de progreso, como actividad humana de concordia, como útil cierto para diseñar la mejor salida de una situación crisis».

   La declaración institucional firmada este jueves persigue, además del homenaje al histórico acontecimiento, «reivindicar la conveniencia del entendimiento de los ciudadanos, los pueblos y los territorios».   Leer más de esta entrada

Un claustro románico en la piscina

José Ángel Montañés  – ¿Quedan todavía en España joyas artísticas desconocidas, aunque sean del siglo XII? Parece que sí. La última y sorprendente noticia al respecto ha saltado en las proximidades de Palamós (Girona), con el hallazgo (¿o habría que decir redescubrimiento?) de un claustro excepcional, sobre cuyo origen románico los expertos albergan pocas dudas y al que se ha buscado muchas semejanzas con el del monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos.

Claustro románico en Palamós

Aspecto del claustro de la finca Mas del Vent, cerca de Palamós (Girona). / VINCENT LEROUX

El anuncio saltó durante las recientes jornadas que bajo el título Arte fugitivo organizó el grupo EMAC de investigación sobre románico y gótico de la Universidad de Barcelona. Lo presentó Gerardo Boto, profesor de Arte Medieval de la Universidad de Girona, especializado en el análisis de la plástica monumental románica y en la iconografía y la organización del espacio eclesiástico medieval. De pronto, Boto dejó a profesores y estudiosos con la boca abierta cuando explicó que, en el jardín de una finca privada de Palamós, existía desde hacía más de medio siglo un claustro románico. Los asistentes a las jornadas no dieron crédito cuando este experto en historia y arte de la Edad Media desveló que no se conocía su procedencia exacta y que el monumento no estaba inventariado como bien cultural, ni por supuesto, protegido por administración alguna. En definitiva, que era un edificio anónimo, sin nombre ni apellidos.

Gerardo Boto conoció la existencia de esta construcción de forma casual. La edición francesa de la revista de decoración AD publicó, en su número 94 de julio y agosto de 2010, un espectacular reportaje sobre la vivienda del suizo Kurt Englehorn y su mujer Carmen, en Mas del Vent, una inmensa finca de 22 hectáreas localizada en la zona de la Fosca, en el término de Palamós. En el reportaje, el fotógrafo Vincent Leroux no pudo evitar fijar su objetivo en la enorme galería de arcos románicos del claustro que bordeaba la piscina. Pese a las reticencias del propietario, el fotógrafo tomó la imagen de aquel espectacular conjunto de piedra que bordeaba la no menos espectacular piscina entre los pinos: la imagen fue publicada en la revista a doble página.

Desde que tuvo constancia de la existencia de este nuevo edificio, Boto ha intentado sin descanso acceder al interior de la vivienda para estudiarlo, pero los propietarios del mismo no se lo han permitido. “Jamás he podido acceder al interior de la propiedad”, confesó decepcionado el historiador durante su presentación. Pero sí consiguió las fotografías de Leroux, de 80 megas de calidad, algo que le ha permitido buscar en primer plano las características de lo que, según su opinión, es un claustro románico con todas las de la ley.    Leer más de esta entrada

La Ruta de la Seda de los números: de Asia a Europa

Por Teresa Guerrero.  Cuando hojeamos un periódico extranjero o un libro escrito en una lengua que desconocemos hay un elemento que sí distinguiremos, aunque no sepamos a qué se refieran: los números. «¿Por qué seguimos utilizando miles de lenguas distintas y varios sistemas de símbolos para representarlas y, en cambio, sólo una manera para escribir los números?».

El ojo de Shiva

‘El ojo de Shiva, el sueño de Mahoma, Simbad… y los números’ / Antonio J. Durán / Destino / Año 2012 / 511 páginas / 22 €

El matemático Antonio J. Durán (Cabra, Córdoba, 1962) responde a esta cuestión en ‘El ojo de Shiva, el sueño de Mahoma, Simbad… y los números‘, una obra en la que indaga en el origen de los números, «posiblemente la más antigua herramienta desarrollada por la humanidad, al menos en lo que a las matemáticas y a la ciencia se refiere». Entraron en nuestra vida cuando éramos niños y posiblemente sea la única herramienta científica de uso habitual entre la población. Aunque fueron los griegos quienes acuñaron el término ‘matemáticas’, los números no tienen patria ni inventor al que pueda atribuirse su uso. Han acompañado al hombre desde siempre bajo diferentes sistemas y representaciones. «Podemos afirmar sin exageración que, donde quiera que ha habido humanos, allí han dejado trazas del manejo, más o menos sofisticado, de números», afirma Antonio J. Durán, catedrático de Análisis Matemático de la Universidad de Sevilla.

Y es que el interés de los humanos por los números tuvo un carácter práctico y eminentemente económico. Por ejemplo, para contar animales, determinar cuándo se produciría el siguiente eclipse o llevar las cuentas de un negocio. Los escribas necesitaban saber las cantidades de semillas que debían reservar para sembrar los campos de la divinidad, o los ladrillos que había que eran necesarios para construir la pared de un templo. El autor repasa la etimología del verbo ‘contar’ (deriva del latín ‘computare’, ‘calcular’) y la evolución de su significado.

La actual forma de representarlos, sin embargo, tuvo su origen en la India, en una época imprecisa situada a mediados del primer milenio. Sin embargo, los registros que nos han llegado son muy escasos y el sistema indio sufrió algunos cambios durante ese viaje por las tierras del Islam.

La obra, que combina aspectos del ensayo científico, el libro de viajes y la crónica histórica, recrea en un entretenido relato la ruta que siguieron los números desde el país asiático a España. La misma por la que fueron transportadas extraordinarias sedas procedentes de China, exóticos perfumes de Arabia y esclavos.

Una particular Ruta de la Seda que ha llevado a Durán a rastrear los pasos de exploradores como Marco Polo, Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes, Juan Sebastián Elcano, el capitán James Cook o David Livingstone.

Durán, que comienza su relato, con la visita a la ciudad india de Varanasi (Benarés), la ciudad santa del hinduismo, recuerda que ha habido casi tantas formas de nombrar y escribir los números como culturas. Para tratar con ellos, «a la humanidad no le quedó más remedio que ponerles nombre, y cuando se inventó la escritura, decidir cómo escribirlos».

La base más frecuentemente usada ha sido la base de diez porque tenemos diez dedos en las manos, aunque también se usó la de base 20 como en el sistema maya (probablemente porque tenemos 20 dedos). Por razones quizás ligadas al ciclo solar y lunar los babilonios se inclinaron por la base de 60 (sexagesimal) que seguimos empleando para medir horas, minutos y segundos.    Leer más de esta entrada

Navegar entre el Mediterráneo y el Mar Rojo

Artículo por John Cooper/ Trad. por Eugeni López Vanyó.

Es el año 638 dC , el «Año de las cenizas» en la Península Arábiga, que se ve acosada por una terrible sequía. Apenas seis años después de la muerte del profeta Mahoma, las ciudades santas de La Meca y Medina se encuentran en grave peligro, sus ciudadanos, y muchos refugiados del campo, se enfrentan a la inanición. Buscando asistencia, el califa ‘Umar ibn al-Jattab escribe desde Medina a ‘Amr ibn al-As, su general en Egipto, instándole a enviar alimentos para paliar el hambre en el Hiyaz, el corazón del mundo islámicoDAVID RUMSEY MAP COLLECTION‘Amr todavía no había dominado Egipto, cuando recibió órdenes del califa, sin embargo el registro histórico nos cuenta que hizo lo que debía, enviando una descomunal caravana de camellos cargados de alimentos, probablemente en su mayor parte trigo y cebada, a ‘Umar. La caravana hizo su camino desde el valle del Nilo a través de la península del Sinaí, y luego hacia el sur por las montañas de Hiyaz a Medina. Un viaje de unos 1300 kilómetros que les costó un mes.

El líder de la caravana llevaba una respuesta de ‘Amr al califa. «Yo os he enviado los camellos«, escribió. «El primer camello está con usted en Medina, el último me acaba de salir de Egipto.» Entre ambos, dice Ibn ‘Abd al-Hakam, historiador egipcio del siglo IX,  una fila ininterrumpida de animales llevó la generosidad del Nilo hasta el Hiyaz. Cuando llegaron a Medina, ‘Umar asignó un camello, con su carga, a cada hogar. Tanto los animales como su carga fueron consumidos por los beneficiarios que padecían hambre. Otras caravanas llegaron procedentes de las tierras hacia el norte, y la catástrofe se evitó.

El esfuerzo, sin embargo, había llevado las posibilidades del transporte por caravana a sus límites y la vulnerabilidad de las ciudades santas, así como la importancia de la riqueza de Egipto, no pasó desapercibida para el califa. ‘Umar escribió de nuevo a ‘Amr con un plan. «Me gustaría que se excavara un canal desde el Nilo de Egipto, de manera que sus aguas fluyeran hacia el mar Rojo«, Ibn ‘Abd al-Hakam cita además a ‘Umar diciendo:  «De esa manera, será más fácil transportar los alimentos a la Meca y Medina. Consultad entre vosotros para resolver el asunto.«

La idea del califa no era tan extraordinaria como pudiera parecer. De hecho, se basaba en la memoria de un canal que ya había existido cuando Egipto estaba bajo la dominación romana, y por el cual los buques que transportaban grano de Egipto ya habían navegado en direccion al Hiyaz en el pasado. En el momento de la conquista islámica de Egipto, sin embargo, el canal había caído en desuso y estaba bloqueado con arena y escombros.

Los compañeros de ‘Amr estaban perturbados por el plan del califa ‘Umar, y los líderes de los coptos nativos de Egipto se mostraron molestos sobre todo, porque dudaban de que el proyecto fuera comercialmente beneficioso para ellos, ya que beneficiaría principalmente a Arabia. Ibn ‘Abd al-Hakam informa que instaron a ‘Amr, para inculcar a ‘Umar, que el proyecto era «desmesurado. Inalcanzable. Sin salida«. Pero ‘Umar no podía ser disuadido. «Voy a dar orden de que ningún barco zarpe en el mar Rojo, excepto los que lleven alimentos para las gentes de La Meca y Medina«, afirmó.

Cuando ‘Amr se dio cuenta de que ‘Umar hablaba en serio, rápidamente se dedicó a la tarea de restaurar el antiguo canal hecho por los romanos. Según Ibn ‘Abd al-Hakam, un copto mostró a ‘Amr la ruta del maltrecho canal. A cambio, él y su familia quedaron exentos del impuesto de capitación. En su mayor parte, el Canal del Emir de los Creyentes, ya que asi fue bautizado en honor del califa, seguía la ruta cortada por el canal romano, con una excepción importante: Tenía que encontrar una nueva conexión con el Nilo para evitar terrenos ya destinados a la construcción de Fustat, la nueva capital del Egipto islámico, y predecesora de El Cairo moderno. La boca del canal nuevo estaría situada en la plaza de Sayyida Zaynab, hoy en pleno corazón de El Cairo.    Leer más de esta entrada

Once millones de euros por el libro más antiguo que se conoce

La Biblioteca Británica pagó 10,9 millones de euros (9 millones de libras) por el Evangelio de St. Cuthbert, un ejemplar increíblemente preservado, de la Gran Bretaña del siglo VII, y que la institución ha descrito como el libro europeo más antiguo que ha podido sobrevivir completamente intacto.

El Evangelio de San Cuthberto

El Evangelio de San Cuthberto. EFE.

La obra, que cabe en una mano, es una copia manuscrita del Evangelio según San Juan escrita en latín, y fue comprado por la filial británica de la Sociedad de Jesús (los jesuitas), informó la biblioteca. El libro mide 96 milímetros (3.8 pulgadas) por 136 milímetros (5.4 pulgadas), y tiene una cubierta de cuero rojo profusamente decorada. Data de los tiempos de San Cuthbert, quien murió en el año 687, y fue descubierto dentro de su ataúd cuando lo abrieron en la Catedral de Durham en el 1104.

La Biblioteca Británica asegura que se trata de uno de los libros más importantes del mundo: «Ver este pequeño y a la vez tan hermoso tesoro del periodo anglosajón es verlo exactamente como lo habrían visto aquellos que lo crearon el siglo VII», dijo la directora ejecutiva de la biblioteca, Lynne Brindley.

«La encuadernación es exquisita, las páginas, incluso la estructura de la costura, han sobrevivido intactas, brindándonos una conexión directa con nuestros antepasados de hace 1,300 años», añadió la directiva.

El ataúd de Cuthbert llegó a Durham varios meses después de que algunos monjes los sacaran de la isla de Lindisfarne, ubicada a 330 millas al norte de Londres, para proteger los restos de los invasores vikingos de los siglos IX y X.

El libro se exhibirá en la Biblioteca Británica, y para el año próximo se trasladará a Durham (noreste de Inglaterra).

Fuente: ABC.es  17/4/2012

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El monasterio más antiguo de España reabre sus puertas

Yolanda Aznar – El Real Monasterio de San Victorián, ubicado en la localidad oscense de El Pueyo de Araguás, vuelve a abrir sus puertas tras permanecer más de dos décadas cerrado. Está considerado como el monasterio cristiano más antiguo de la Península, aunque el paso de los años ha sumido gran parte del edificio en un profundo deterioro. El origen de este enclave monástico se remonta más de mil años atrás —algunas fuentes lo fechan en el siglo VI—, aunque lo que ha llegado a nuestros días son los restos del conjunto arquitectónico que se levantó unos siglos después.

El origen de este antiguo cenobio se remonta al siglo VI. Foto ABC

Hasta el 2010, la Comunidad autónoma solo era propietaria de una parte del conjunto, gracias a la cesión pactada hace doce años entre el Gobierno regional y el Obispado de Huesca. Sin embargo, la otra parte estuvo durante décadas en manos privadas. Su dueño, el empresario Luis Vecino, llegó incluso a vender parte de sus propiedades en el monasterio a una compañía del emirato árabe de Qatar. Un hecho que retrasó la intervención en el inmueble y que favoreció su deterioro.

Finalmente, hace dos años, el Gobierno de Aragón logró llegar a un acuerdo con el empresario para comprar la parte privada del conjunto monacal. Comenzaron entonces unas obras de rehabilitación, valoradas en 800.000 euros, que han permitido abrir al público parte del antiguo monasterio. En concreto, se ha rehabilitado la iglesia y una parte del claustro.    Leer más de esta entrada

La biblioteca del monasterio de Santa Catalina en el Sinaí será restaurada

Después de seis meses de estudios de viabilidad, la biblioteca del Monasterio de Santa Catalina en el sur de la Península del Sinaí será restaurada y rediseñada para cumplir con los estándares internacionales. Según el ministro de Estado para Antigüedades, Mohamed Ibrahim, el proyecto empezará el mes próximo, se ejecutará en dos fases e incluirá la restauración de las secciones oriental y occidental de la biblioteca.

La biblioteca contiene unos 3.500 manuscritos del mundo greco-romano, copto, árabe, hebreo, georgiano, siríaco, armenio y udí, así como numerosos iconos raros y otros objetos litúrgicos.

Biblioteca de Santa Catalina del Monte Sinaí. Roger Wood/CORBIS

También alberga una colección de decretos y reglamentos emitidos por califas de la primera época del Islam, destinados a garantizar la seguridad de la población cristiana del monasterio.

Se trata de la segunda colección más extensa de códices y manuscritos del mundo, sólo superada en número de ejemplares por la Biblioteca Vaticana.

El proyecto de restauración está siendo financiado por el propio monasterio y se lleva a cabo bajo la supervisión de la Secretaría de Estado de Antigüedades (MSA). Mohsen Sayed, jefe del departamento islámico y copto de la MSA, señaló que el monasterio había sido incluido en la Lista del Patrimonio de Egipto en 1993 y en la Lista del Patrimonio Mundial en 2002.

El monasterio fue construido por orden del emperador bizantino Justiniano I, que reinó desde 527 hasta 565 dC y desde entonces ha estado en uso de forma ininterrumpida. Contiene la Capilla de la Zarza Ardiente, cuya construcción fue ordenada por Santa Elena, madre del emperador Constantino I, en el lugar donde Moisés se dice que tuvo su famosa visión. Debido a esta conexión con Moisés el monasterio constituye un lugar sagrado para las tres grandes religiones monoteístasjudaísmocristianismo e islam.    Leer más de esta entrada