Jan Klabbers: Necesitamos una ética de la virtud, aplicable a todas las autoridades

Tendencias 21. Jueves, 17 de Enero 2013.  Por Yaiza Martínez.
A pesar de la aceleración de la globalización, que conlleva la interconexión de todas nuestras acciones a escala mundial, actualmente no existe una ética de la gobernanza global creíble. Ni siquiera una ética fiable para la política internacional, tal y como esta se ha concebido tradicionalmente.ImagenEn este marco sociopolítico, Jan Klabbers, profesor de derecho internacional en la Universidad de Helsinki y exdirector del Centre of Excellence in Global Governance Research de la Academia de Finlandia, propone la siguiente solución: el diseño de una ética de la virtud aplicable a individuos y, por tanto, a los líderes de todos los sectores, así como a las actuaciones que estos realicen.

Según explica al respecto la Academia de Finlandia en un comunicado, esta ética de la virtud serviría para complementar las leyes actuales y se aplicaría en los intersticios más problemáticos de la ley: en situaciones no sometidas a leyes, conflictivas en el terreno de lo legal o en aquellas que dejan demasiada libertad de actuación a las autoridades.

El proyecto de Klabbers se concentrará en definir qué características o qué tipo de acciones cabría esperar legítimamente de los individuos que gobiernan el mundo. El investigador señala que una ética de la virtud –adaptada a los diversos roles de los dirigentes de los diversos sectores- serviría para prevenir conflictos, evitar que estos empeoren e, incluso, ayudar a su resolución. En la siguiente entrevista, el investigador nos explica con más detalles sus ideas.

 ¿Cuál es el origen del proyecto de desarrollo de una ética de la virtud aplicable a líderes de organizaciones internacionales, asesores políticos, gestores de corporaciones globales, jefes de estado o de gobierno o a cualquier autoridad?

Con el paso de los años, se ha hecho evidente que las leyes por sí solas no son suficientes, y que a menudo acaban culminando en una sola cuestión: ¿quién decide?. Las normas legales (en realidad, todas las normas) son indeterminadas, en el sentido de que nunca se aplican por sí solas, sino que necesitan a alguien que las aplique. Pueden resultar conflictivas, así que requieren que alguien tome decisiones sobre ellas.

Además, pueden ser demasiado inclusivas (abarcar situaciones que no les corresponden), no suficientemente inclusivas (no aplicarse a situaciones en las que sería deseable que se aplicasen) o a menudo se encuentran con excepciones, por lo que alguien debe decidir si aplicar la norma o la excepción. Todo ello sugiere que se deberían contemplar las características personales de los que toman estas decisiones.

¿Cuál sería entonces la diferencia entre una ética de la virtud y las leyes ya existentes?

En mi opinión, las normas son necesarias en cualquier sociedad compleja, pero, como he dicho, por si solas no son suficientes. Por tanto, el enfoque en una ética de la virtud podría servir como complemento, como contribución al vocabulario con el que contamos para evaluar las actividades de las personas que toman decisiones en la gobernanza global.

Por otra parte, existen situaciones en las que los actores relevantes no están para nada sometidos a normas legales (piense, por ejemplo, en el caso del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea): en estos casos, una expansión de nuestras herramientas de evaluación también podría resultar beneficiosa.

¿Cómo podría convencerse a políticos o líderes de toda índole para que actuaran siguiendo las directrices de una ética de la virtud?

Quizá no sea tanto cuestión de convencer a las autoridades, como de seleccionarlas cuidadosamente desde el principio. En lo que se refiere a la persuasión, las acciones virtuosas podrían legitimar a líderes y dirigentes, y dado que la legitimidad es un recurso útil para ellos, quizá de esta forma considerasen acertado no ser tan arrogantes o ser honestos y consecuentes con lo que prometen, etc.

¿Cómo podría compaginarse una ética de la virtud (individual) con leyes y normas internacionales (de Estados o grandes corporaciones) que parecen condicionar todos los actos de los individuos con responsabilidades políticas, empresariales o sociales? ¿No cree que la ética de la virtud debería aplicarse simultáneamente en todas las capas del sistema, para que realmente pueda funcionar?

Tiene razón al sugerir que la ética también es una cuestión sistémica pero, como he señalado, no considero a la ética de la virtud como sustituto de factores sistémicos, sino más bien como un complemento de estos.

¿Qué estudios o iniciativas previos son la base de su trabajo sobre la ética de la virtud?

Por lo que yo sé, nadie ha planteado esto de manera específica y sistémica en lo que se refiere a la gobernanza global, pero algunos expertos (como Dag Hammarskjöld) sí que han estudiado la ética individual de ciertos individuos, y otros especialistas han aplicado la ética de la virtud a escenarios más específicos.

Además, profesores de economía han diseñado una ética de la virtud aplicable a los negocios, y estudiosos de la administración pública han hecho algo similar para directivos de agencias burocráticas nacionales.

‘La edad de los prodigios’ de Richard Holmes

por Daniel Mediavilla.

En ‘La edad de los prodigios’ Richard Holmes hace un retrato de los científicos que construyeron buena parte de los andamios filosóficos sobre los que se sustenta el mundo moderno.

No cortaron la cabeza de ningún rey ni lanzaron soflamas contra Dios, pero cuando se fueron su mundo tenía poco que ver con el que encontraron. Los científicos que aparecen en La edad de los prodigios, la fascinante obra de Richard Holmes (Editorial Turner), cambiaron el mundo utilizando el método más revolucionario que existe: observar la naturaleza con atención, acumular datos, analizarlos sin prejuicios y sacar conclusiones.La-edad-de-los-prodigios

El estudio del cosmos, liderado por William Herschell, descubrió un espacio profundo e inmenso en el que la posibilidad de que los humanos fuesen los únicos seres inteligentes se hacía improbable. Los geólogos, con James Hutton a la cabeza, encontraron un mundo antiquísimo, formado hacía millones de años y no 6.000 como sugería el estudio de la Biblia. Y la biología, con la teoría de Charles Darwin como estandarte, acabó de sacar a la humanidad del centro del universo.

En su retrato de la época romántica británica, Holmes comienza con la vuelta al mundo de Joseph Banks a bordo del buque Endeavour, al mando del capitán James Cook, que partió en abril de 1769, y acaba con la que inició Charles Darwin en el Beagle, en diciembre de 1831. El joven Banks, que después sería presidente de la Royal Society durante 42 años y se destaparía como uno de los mejores cazatalentos científicos de la historia, capturó en su viaje los instantes postreros de uno de los últimos paraísos en la Tierra, las islas de Tahití antes de la llegada de los europeos.

La destrucción de la inocencia a través de la exploración, de la que también se puede culpar a Darwin, es una de las acusaciones que algunos románticos hacían a los hombres de ciencia de la época y que hoy tienen sus ecos en los movimientos antivacunación o antitransgénicos. Ese intento por explicar la naturaleza y dominarla, que tan bien encarna Humphry Davy, otro de los protagonistas de la historia de Holmes, alentó la esperanza y el terror. La primera la encarna un invento como la lámpara de seguridad de Davy, que salvó a infinidad de mineros al protegerles de las explosiones de metano. El segundo, Frankenstein, la gran metáfora de la ciencia extralimitada y fallida, creación de Mary Shelley, una escritora nada contraria a los científicos que conocía a Davy y a muchos de los grandes de su tiempo.

Gran parte de las historias de aquella época siguen siendo actuales. La dualidad de la ciencia, útil para el bien y para el mal, se observa en el trabajo de Davy. Con su lámpara salvó vidas evitando explosiones, pero durante la larga guerra de su país contra Francia no dudó en poner su ingenio al servicio de la producción de explosivos para matar mejor al enemigo. Él, una de las mentes más poderosas de una época en la que se empezaron a poner en duda creencias arraigadas durante siglos, acabó renegando de la razón en sus últimos días. En sus Consolaciones en el viaje, una especie de memorias escritas cuando veía cerca su muerte, llegó a escribir que “el arte de vivir feliz es, creo, el arte de estar agradablemente engañado; y la fe es en todo superior a la Razón que, después de todo, no es más que un peso muerto en la edad avanzada, aunque sea como el péndulo para el reloj durante la juventud…

En su obra, Holmes recoge la complejidad de personas como Davy y hace un relato de las glorias de una época, pero también de sus miserias y sus dilemas, y cuando habla de ellos, habla también de nosotros. Leer La edad de los prodigios es, entre otras muchas cosas, embarcarse en un viaje por un tiempo y unas mentes que  ansiaban el conocimiento, la sustancia más explosiva que existe. Como muestra este libro, el camino para obtenerlo fue casi más interesante que los resultados que ha proporcionado.

La Ruta de la Seda de los números: de Asia a Europa

Por Teresa Guerrero.  Cuando hojeamos un periódico extranjero o un libro escrito en una lengua que desconocemos hay un elemento que sí distinguiremos, aunque no sepamos a qué se refieran: los números. «¿Por qué seguimos utilizando miles de lenguas distintas y varios sistemas de símbolos para representarlas y, en cambio, sólo una manera para escribir los números?».

El ojo de Shiva

‘El ojo de Shiva, el sueño de Mahoma, Simbad… y los números’ / Antonio J. Durán / Destino / Año 2012 / 511 páginas / 22 €

El matemático Antonio J. Durán (Cabra, Córdoba, 1962) responde a esta cuestión en ‘El ojo de Shiva, el sueño de Mahoma, Simbad… y los números‘, una obra en la que indaga en el origen de los números, «posiblemente la más antigua herramienta desarrollada por la humanidad, al menos en lo que a las matemáticas y a la ciencia se refiere». Entraron en nuestra vida cuando éramos niños y posiblemente sea la única herramienta científica de uso habitual entre la población. Aunque fueron los griegos quienes acuñaron el término ‘matemáticas’, los números no tienen patria ni inventor al que pueda atribuirse su uso. Han acompañado al hombre desde siempre bajo diferentes sistemas y representaciones. «Podemos afirmar sin exageración que, donde quiera que ha habido humanos, allí han dejado trazas del manejo, más o menos sofisticado, de números», afirma Antonio J. Durán, catedrático de Análisis Matemático de la Universidad de Sevilla.

Y es que el interés de los humanos por los números tuvo un carácter práctico y eminentemente económico. Por ejemplo, para contar animales, determinar cuándo se produciría el siguiente eclipse o llevar las cuentas de un negocio. Los escribas necesitaban saber las cantidades de semillas que debían reservar para sembrar los campos de la divinidad, o los ladrillos que había que eran necesarios para construir la pared de un templo. El autor repasa la etimología del verbo ‘contar’ (deriva del latín ‘computare’, ‘calcular’) y la evolución de su significado.

La actual forma de representarlos, sin embargo, tuvo su origen en la India, en una época imprecisa situada a mediados del primer milenio. Sin embargo, los registros que nos han llegado son muy escasos y el sistema indio sufrió algunos cambios durante ese viaje por las tierras del Islam.

La obra, que combina aspectos del ensayo científico, el libro de viajes y la crónica histórica, recrea en un entretenido relato la ruta que siguieron los números desde el país asiático a España. La misma por la que fueron transportadas extraordinarias sedas procedentes de China, exóticos perfumes de Arabia y esclavos.

Una particular Ruta de la Seda que ha llevado a Durán a rastrear los pasos de exploradores como Marco Polo, Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes, Juan Sebastián Elcano, el capitán James Cook o David Livingstone.

Durán, que comienza su relato, con la visita a la ciudad india de Varanasi (Benarés), la ciudad santa del hinduismo, recuerda que ha habido casi tantas formas de nombrar y escribir los números como culturas. Para tratar con ellos, «a la humanidad no le quedó más remedio que ponerles nombre, y cuando se inventó la escritura, decidir cómo escribirlos».

La base más frecuentemente usada ha sido la base de diez porque tenemos diez dedos en las manos, aunque también se usó la de base 20 como en el sistema maya (probablemente porque tenemos 20 dedos). Por razones quizás ligadas al ciclo solar y lunar los babilonios se inclinaron por la base de 60 (sexagesimal) que seguimos empleando para medir horas, minutos y segundos.    Leer más de esta entrada

‘Pensar el siglo XX’ de Tony Judt y Timothy Snyder

El siglo XX se erige como la edad de las ideas, un tiempo en el que, para bien o para mal, el pensamiento de unos pocos se impuso sobre las vidas de muchos. De una claridad y lucidez sin precedentes, el último libro de Tony Judt (1948-2010), uno de los más incisivos historiadores contemporáneos, está destinado a convertirse en un clásico del pensamiento moderno. Pensar el s. XXPensar el siglo XX es a la vez un libro de historia, una biografía y un tratado de ética. Es una historia de las ideas políticas modernas en Occidente. Pero es también la biografía intelectual de Judt, nacido en Londres justo después del cataclismo que supusieron la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, cuando el comunismo afianzaba su poder en Europa del Este.

La excepcional naturaleza de esta obra se revela en su propia estructura: una serie de conversaciones íntimas con su amigo el historiador de la Universidad de Yale Timothy Snyder en las que Judt, con asombrosa elocuencia y erudición, rescata a los pensadores que han dado forma al mundo en que vivimos, presentando sus triunfos y fracasos.

Es, por último, una reflexión sobre la necesidad de la perspectiva histórica y de las consideraciones morales en la transformación de nuestra sociedad. Al recuperar lo mejor de la vida intelectual del siglo XX, abre el camino a una moral para el siglo XXI. Este es un libro sobre el pasado pero es también un libro sobre la clase de futuro al que deberíamos aspirar.

Su redacción fue terminada pocos meses antes de la muerte de Judt a causa de una enfermedad degenerativa.

Pensar el siglo XX
Tony Judt y Timothy Snyder
Ed. Taurus
Precio: 23 euros
 Rústica  – Páginas: 408 – 15 x 24 cm
ISBN: 9788430609109
Fecha: 16/05/2012
 
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Nuevas mediciones podrían confirmar la hipótesis Gaia

Por Yaiza Martínez. Una novedosa herramienta de análisis del ciclo del azufre determinará si es o no cierto que nuestro planeta se autorregula, como cualquier otro ser vivo. En 1979, se hizo pública la denominada hipótesis Gaia, que postulaba que la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un organismo vivo. Pero, ¿es realmente la Tierra (Gaia) un ser vivo gigante?

Imagen NASA

Un método recientemente desarrollado por científicos de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, basado en las mediciones del ciclo del azufre, podría desvelar esta incógnita. En 1979, el químico James Lovelock y la bióloga Lynn Margulis hicieron pública la denominada hipótesis Gaia, que postulaba que la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo coherente y un sistema autorregulador que tiende al equilibrio, en definitiva, como un organismo vivo. Según publica dicha Universidad en un comunicado la clave estaría en un elemento químico que se encuentra entre los 10 más abundantes del universo: el azufre.


En los océanos, los organismos marinos producen un compuesto del azufre, el dimetilsulfuro, que es lo suficientemente estable como para resistir la oxidación del agua y que se produzca su transferencia al aire y a la superficie terrestre. Es lo que se denomina el “ciclo del azufre”, un proceso que se desarrolla a través de la tierra, la atmósfera y los seres vivos marinos, y que juega un papel crucial tanto en el clima como en la salud de los organismos y ecosistemas.

De hecho, las emisiones de dimetilsulfuro son esenciales para la regulación del clima, a través de su transformación en aerosoles, que se cree influyen en el equilibrio de radiación térmica terrestre.

Lo que han hecho Harry Oduro, de la Universidad de Maryland, en colaboración con el geoquímico James Farquhar, y la bióloga marina Kathryn Val Alstyne, de la Western Washington University, es desarrollar una herramienta que posibilita el rastreo y la medición del sulfuro a lo largo de todo el ciclo del azufre: desde la metabolización de estos compuestos por parte de los organismos oceánicos hasta la atmósfera y la tierra.     Leer más de esta entrada

Un análisis matemático muestra patrones comunes en los estilos narrativos según la época

Los libros escritos en la misma época comparten personalidad literaria, sugieren los resultados de un estudio en el que se analizaron 7.750 textos de más de medio millar de autores. Por esta razón, la literatura sería una forma de expresión cuya estructura a lo largo del tiempo, tanto en contenido como en estilo, ofrece un documento histórico de la evolución de la cultura. Por otro lado, el análisis ha revelado que las influencias estilísticas del pasado son cada vez menores, es decir, que en la literatura del siglo XX se perciben menos influencias antiguas que en la literatura anterior.

Literatura comparada

Fuente: Wikimedia Commons.

Los escritores que son contemporáneos podrían tener un estilo narrativo similar, según sugieren los resultados de un estudio realizado por un equipo internacional de científicos y que ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). “La literatura es una forma de expresión cuya estructura a lo largo del tiempo, tanto en contenido como en estilo, ofrece un documento histórico de la evolución de la cultura”, señala la investigación.

El trabajo ha analizado 7.750 textos de más de medio millar de autores, que se encuentran en la librería virtual del Proyecto Gutenberg de acceso libre. Las muestras incluyen fragmentos firmados por poetas, dramaturgos, líderes militares, naturalistas, pensadores e historiadores anglosajones. El análisis tuvo en cuenta 300 palabras sin información contextual, como preposiciones, artículos y conjunciones.

Todos los relatos estudiados estaban escritos en inglés. Según ha explicado Daniel N. Rockmore, matemático investigador del Darmouth College de Estados Unidos y uno de los autores de la investigación, “sería interesante investigar las mimas cuestiones en diferentes lenguas”.

Otro de los resultados sugiere que las influencias estilísticas del pasado cada vez son menores, es decir, que en la literatura del siglo XX se perciben menos influencias antiguas que en la de sus predecesores. El análisis muestra que cada vez más hay diversidad de estilos por la menor influencia de obras históricas, así como el incremento del número de publicaciones.

La metodología utilizada podría ser útil para investigar la evolución de la literatura con técnicas cuantitativas de análisis. En este estudio se ha visto como cada época tiene su propio estilo literario. Además, Rockmore añade que el próximo paso de su línea de investigación sería “entender la manera en que ha cambiado el estilo a lo largo del tiempo y encontrar otras métricas influyentes en la literatura”.

Fuente: SINC  30/4/2012 y Tendencias21 2/5/2012

Referencia bibliográfica: 

Hughes, J.M.; Foti, N.J.; Krakauer, D.C.; Rockmore, D.N. “Quantitative patterns of stylistic influence in the evolution of literature”. PNAS, 30 de abril de 2012 DOI: 10.1073/pnas.1115407109

Los papeles de Einstein, disponibles online

En las fotografías publicadas por la revista Life poco después de su muerte, en 1955, el escritorio de Albert Einstein en la Universidad de Princeton aparecía como un amasijo de papeles, sobres y fórmulas a medio escribir. Igual que aquel desordenado escritorio, el legado del genio había permanecido hasta ahora disperso y en manos de unas pocas instituciones que guardaban celosamente cada uno de sus escritos. The Hebrew University of Jerusalem Opens Up Albert Einstein ArchivesEn un afán de «universalizar» este legado, la Universidad Hebrea de Jerusalén ha anunciado ahora el lanzamiento de un avanzado archivo en internet con todos sus documentos personales y obras científicas.  El archivo digital, que puede ser visitado en www.alberteinstein.info, «expone su trabajo, su escritura y las correcciones que hacía a mano», explicó el presidente de la Universidad Hebrea, Menajem Ben Sasson, en rueda de prensa, sobre las alrededor de 7.000 páginas que ya han sido subidas a la red y están clasificadas por materias: relaciones con la Universidad Hebrea, trabajo científico, vida personal, vida pública y el pueblo judío.

El objetivo es colgar en la red toda la obra, documentos personales y correspondencia de un hombre que revolucionó la ciencia del siglo XX con teorías, como la de la relatividad, que siguen en pie hasta el día de hoy.

Entre los papeles del científico, una carta de los años cuarenta al palestino Azmi El-Nashashibi, editor del periódico «El Falastin», en la que propone una original solución al conflicto entre árabes y judíos.

También está una carta a la comunidad judía de Berlín en la que explica las diferencias entre la «religión judía» y el «nacionalismo judío», un discurso sobre recaudación de donaciones para el movimiento sionista, y sus relaciones con la Universidad Hebrea, que él ayudó a fundar entre 1918 y 1925.   Leer más de esta entrada

La biblioteca de Unamuno descubre ejemplares históricos

La conclusión del trabajo de catalogación de la biblioteca donada por el pensador, y rector en su día de la Universidad de Salamanca (USAL)Miguel de Unamuno, a la institución académica salmantina ha descubierto valiosos libros que figuraban en este fondo, algunos de ellos publicados antes de 1830.Unamuno en su biblioteca

La tarea, realizada por el especialista en fondo antiguo Óscar Lilao, ha abarcado la descripción de una serie de libros que estaban pendientes de catalogación, algunos de gran antigüedad y escritos en lenguas clásicas o en euskera, entre otras, según han explicado fuentes de la USAL.

Algunos de los libros de Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864-Salamanca 1936) presentan huellas inequívocas de haber pertenecido a su biblioteca personal y de haber sidoconsultados y leídos.

Entre estos elementos destaca, según ha aseverado el director del Servicio de Archivos de la USAL, Miguel Ángel Jaramillo, una etiqueta en piel roja adherida a la cubierta anterior de las encuadernaciones con el texto «M. de Unamuno». Además, en las portadas puede aparecer un sello de tinta con el texto: «Miguel de Unamuno BILBAO» y es frecuente encontrar en las portadas su firma. Entre las ediciones antiguas de la biblioteca del ex-rector destacan aquellas publicadas antes de 1830.   Leer más de esta entrada

El arte de la persuasión

En El País Cultura  por A. Castilla 25/2/2012.

La pasión por la conversación, la inteligencia y la reflexión. Tres cualidades que definen al intelectual, un pensador que trata de influir sobre el corazón del poder o la realidad exterior, alguien capaz de ejercer el derecho de injerencia, cambiar la historia o encarnar un momento en la vida de un país. La definición en sí misma parece una reliquia del pasado. Como si la especie hubiera sido devorada por ese universo hambriento de Internet. Alain Minc (París, 1949), autor de Una historia política de los intelectuales (Duomo Perímetro), compara a la raza de los pensadores con “la diversidad de los quesos, la variedad de los paisajes o la pasión por las revoluciones, una especialidad muy francesa”.

Pero dónde situar el punto de partida de este linaje ¿Sócrates o Platón? ¿Santo Tomás de Aquino? ¿Erasmo? “Que cada uno opine lo que quiera”. Minc, ensayista y politólogo, lo tiene claro: “El intelectual moderno nace en el siglo XVIII, cuando la sociedad civil se emancipa de la omnipotencia real. Los salones son la primera manifestación de ello. Desde esta época, el intelectual se sitúa del lado del poder o en su contra”, contesta el escritor vía correo electrónico desde su oficina en la capital francesa. Entonces, las élites europeas hablaban en francés y las ideas nacían, vivían y morían en París. En su top particular, Voltaire, “tan seductor como cuestionable, tan brillante como superficial”, ocupa el puesto de primer intelectual de la historia, el primero que ejercerá sobre la sociedad un magisterio tan completo como el rey sobre el Estado y el primero que hará de la defensa de los oprimidos un valor indiscutible.

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En otros medios: La Vanguardia 8/3/2012