Encontrado el tapiz de Roda de Isábena robado en 1979 por Erik el Belga

Por J. García Calero. SUR.es – 14/11/2012 – Hace un par de semanas varios miembros de la Brigada de Patrimonio de la UCO de la Guardia Civil viajaron hasta Houston (EE UU), acompañados por dos expertas españolas, con el fin de identificar un tapiz muy valioso y después informar de la prueba pericial a la Fiscalía texana. Según fuentes oficiales, iban siguiendo el rastro a un tapiz robado en la catedral de Roda de Isábena (Huesca), en 1979. El autor del robo no fue otro que el celebérrimo Erik el Belga, afincado en Málaga desde hace años. Ahora la fiscalía tendrá que decidir si, con las pruebas aportadas, queda probado que la pieza, en manos de un coleccionista privado, es la misma.

A finales de noviembre de 2010, la conservadora del Museo Diocesano de Lérida, Carme Berlabé, miraba en internet catálogos de ferias y subastas. Un tapiz llamó su atención: le recordaba mucho al robado por Erik el Belga en una catedral oscense. «Vi que era el de Roda de Isábena -declaró ayer Berlabé-, pero aun así consulté con un gran experto y amigo, Guy Delmarcel, que me lo confirmó. Hablamos con el propietario, De Witt, que está en Malines, Bélgica, pero nos dijo que no podía facilitar información de la procedencia y que iba a venderlo. Entonces decidí hablar con la Guardia Civil y con algún periodista». Paralelamente informó a los obispados de Lérida y Barbastro. «De Witt me llamó a los pocos meses -continúa la conservadora- porque le había contactado la Guardia Civil y se asustó. Había logrado una venta muy provechosa de la pieza a un coleccionista estadounidense, que había pagado 300.000 euros, creo recordar. Temía que ahora por mis informaciones la operación resultase ilegal. Yo le dije que me había limitado a hacer mi trabajo».
Berlabé no se conformó y siguió investigando hasta saber que en 2008, dos años antes, lo había sacado a subasta la casa Hample de Munich. Curioso que, después de 30 años oculto, este tapiz surgiera al mercado. ¿Tal vez porque a los 30 años ha prescrito el delito contra el patrimonio? ¿Quién lo había ofrecido a los anticuarios? ¿Por qué primero como tapiz francés del XVI y luego como flamenco?
Aquella fría noche oscense del 7 de diciembre de 1979, Erik el Belga se llevó de la catedral de Roda de Isábena importantes piezas del patrimonio español. El museo no tenía alarma, el teléfono más próximo estaba a 3 kilómetros y así fue como el Belga se llevó la Silla de San Ramón, que deshizo en piezas (algunas de las cuales no han vuelto a aparecer), dos mitras, dos báculos, una capa de San Ramón, una imagen de la Virgen, un misal de Pergamino, una cruz tallada, objetos de plata, arqueta con relicario y el tapiz de marras.
El textil representa a la Virgen con San Vicente rodeada por dos obispos, uno de los cuales es Pedro Agustín, el obispo de Huesca cuyo escudo aparece destacado en la pieza por ser el donante. Junto al tapiz, entre las piezas de más valor, cabe destacar la capa románica, una talla de San Juan (s. XVII) y una arqueta de esmalte procedente de Limoges. El posible regreso de la pieza está ahora en manos de la fiscalía de Houston.

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Once millones de euros por el libro más antiguo que se conoce

La Biblioteca Británica pagó 10,9 millones de euros (9 millones de libras) por el Evangelio de St. Cuthbert, un ejemplar increíblemente preservado, de la Gran Bretaña del siglo VII, y que la institución ha descrito como el libro europeo más antiguo que ha podido sobrevivir completamente intacto.

El Evangelio de San Cuthberto

El Evangelio de San Cuthberto. EFE.

La obra, que cabe en una mano, es una copia manuscrita del Evangelio según San Juan escrita en latín, y fue comprado por la filial británica de la Sociedad de Jesús (los jesuitas), informó la biblioteca. El libro mide 96 milímetros (3.8 pulgadas) por 136 milímetros (5.4 pulgadas), y tiene una cubierta de cuero rojo profusamente decorada. Data de los tiempos de San Cuthbert, quien murió en el año 687, y fue descubierto dentro de su ataúd cuando lo abrieron en la Catedral de Durham en el 1104.

La Biblioteca Británica asegura que se trata de uno de los libros más importantes del mundo: «Ver este pequeño y a la vez tan hermoso tesoro del periodo anglosajón es verlo exactamente como lo habrían visto aquellos que lo crearon el siglo VII», dijo la directora ejecutiva de la biblioteca, Lynne Brindley.

«La encuadernación es exquisita, las páginas, incluso la estructura de la costura, han sobrevivido intactas, brindándonos una conexión directa con nuestros antepasados de hace 1,300 años», añadió la directiva.

El ataúd de Cuthbert llegó a Durham varios meses después de que algunos monjes los sacaran de la isla de Lindisfarne, ubicada a 330 millas al norte de Londres, para proteger los restos de los invasores vikingos de los siglos IX y X.

El libro se exhibirá en la Biblioteca Británica, y para el año próximo se trasladará a Durham (noreste de Inglaterra).

Fuente: ABC.es  17/4/2012

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El Vaticano abre su archivo secreto

Por primera vez, el Archivo Secreto Vaticano, creado en el 1612 por Pablo V Borghese, expone sus tesoros nunca vistos. Objeto durante siglos de fantasías, al estilo Dan Brown y sus «Ángeles y demonios», el archivo de los Papas ha estado considerado siempre en el imaginario colectivo como el más secreto e inaccesible de los archivos. Ahora, pergaminos, manuscritos, códigos y cartas, en total 100 documentos legendarios, seleccionados entre millones que el Vaticano ha guardado celosamente durante siglos, serán mostrados en los Museos Capitolinos de Roma, desde el miércoles hasta el 9 de septiembre.

Titulada «Lux in Arcana», la exposición quiere subrayar la luz que se filtra en los recovecos del archivo. El objetivo es contar en qué consiste y cómo funciona el Archivo Vaticano, a los 400 años de su fundación. La elección de los Museos Capitolinos, fundados en 1471 cuando el Papa Sixto IV regaló al pueblo romano estatuas de bronce de gran valor simbólico, se ha hecho para recordar la relación entre Roma y el Papado, desde la época medieval.

Entre los documentos que más emocionan está el texto de la abjuración que se le hizo firmar a Galileo el 22 de junio de 1663. El más espectacular es el llamado Pergamino de Chinon, de 60 metros, de 1308, sobre las confesiones de los Templarios. En realidad, todos despiertan interés y curiosidad, porque se ha hecho una selección que pueda seducir a un vasto público.

El Archivo Secreto del Vaticano (secretum en latín significa «privado», propiedad del Papa) recoge todos los documentos de la Iglesia desde el siglo VIII hasta la actualidad. Con sus 85 kilómetros de estanterías, es uno de los centros de investigación histórica más importante del mundo. En 1810, cuando Napoleón dominaba en Roma, ordenó confiscar esos documentos y los transportó a París, llenando 3.239 estantes de cartas y pergaminos. Volvieron a Roma en 1815, pero diezmados, porque para reducir los costes del transporte acabó en la basura casi toda la documentación judicial considerada de menor interés o dañina para los herederos de los imputados. De todas formas, se destruyeron documentos importantes, como las actas del proceso a Giordano Bruno, del que solo hay un resumen en el Santo Oficio.

El Archivo Secreto Vaticano abrió sus puertas a los investigadores en 1881. Para estudiar sus cartas y algunos de sus documentos nacieron en Roma institutos culturales extranjeros. Desde entonces, el Papa concede acceso a los documentos con límites de tiempo, establecidos no por años, sino por pontificado. Los investigadores pueden hoy consultar documentos hasta la muerte de Pío XI (1939). El pontificado de Pío XII se mantiene todavía en secreto, bajo llave en un búnker subterráneo para garantizar una mejor conservación.

Unas 1.200 personas, de todas las nacionalidades y religiones, consultan cada año este archivo, el más grande del mundo y extenso cronológicamente. Los amantes de documentos sugestivos, verdaderos tesoros nunca vistos en público, tienen una cita con la historia en los Museos Capitolinos.

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