Jan Klabbers: Necesitamos una ética de la virtud, aplicable a todas las autoridades

Tendencias 21. Jueves, 17 de Enero 2013.  Por Yaiza Martínez.
A pesar de la aceleración de la globalización, que conlleva la interconexión de todas nuestras acciones a escala mundial, actualmente no existe una ética de la gobernanza global creíble. Ni siquiera una ética fiable para la política internacional, tal y como esta se ha concebido tradicionalmente.ImagenEn este marco sociopolítico, Jan Klabbers, profesor de derecho internacional en la Universidad de Helsinki y exdirector del Centre of Excellence in Global Governance Research de la Academia de Finlandia, propone la siguiente solución: el diseño de una ética de la virtud aplicable a individuos y, por tanto, a los líderes de todos los sectores, así como a las actuaciones que estos realicen.

Según explica al respecto la Academia de Finlandia en un comunicado, esta ética de la virtud serviría para complementar las leyes actuales y se aplicaría en los intersticios más problemáticos de la ley: en situaciones no sometidas a leyes, conflictivas en el terreno de lo legal o en aquellas que dejan demasiada libertad de actuación a las autoridades.

El proyecto de Klabbers se concentrará en definir qué características o qué tipo de acciones cabría esperar legítimamente de los individuos que gobiernan el mundo. El investigador señala que una ética de la virtud –adaptada a los diversos roles de los dirigentes de los diversos sectores- serviría para prevenir conflictos, evitar que estos empeoren e, incluso, ayudar a su resolución. En la siguiente entrevista, el investigador nos explica con más detalles sus ideas.

 ¿Cuál es el origen del proyecto de desarrollo de una ética de la virtud aplicable a líderes de organizaciones internacionales, asesores políticos, gestores de corporaciones globales, jefes de estado o de gobierno o a cualquier autoridad?

Con el paso de los años, se ha hecho evidente que las leyes por sí solas no son suficientes, y que a menudo acaban culminando en una sola cuestión: ¿quién decide?. Las normas legales (en realidad, todas las normas) son indeterminadas, en el sentido de que nunca se aplican por sí solas, sino que necesitan a alguien que las aplique. Pueden resultar conflictivas, así que requieren que alguien tome decisiones sobre ellas.

Además, pueden ser demasiado inclusivas (abarcar situaciones que no les corresponden), no suficientemente inclusivas (no aplicarse a situaciones en las que sería deseable que se aplicasen) o a menudo se encuentran con excepciones, por lo que alguien debe decidir si aplicar la norma o la excepción. Todo ello sugiere que se deberían contemplar las características personales de los que toman estas decisiones.

¿Cuál sería entonces la diferencia entre una ética de la virtud y las leyes ya existentes?

En mi opinión, las normas son necesarias en cualquier sociedad compleja, pero, como he dicho, por si solas no son suficientes. Por tanto, el enfoque en una ética de la virtud podría servir como complemento, como contribución al vocabulario con el que contamos para evaluar las actividades de las personas que toman decisiones en la gobernanza global.

Por otra parte, existen situaciones en las que los actores relevantes no están para nada sometidos a normas legales (piense, por ejemplo, en el caso del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea): en estos casos, una expansión de nuestras herramientas de evaluación también podría resultar beneficiosa.

¿Cómo podría convencerse a políticos o líderes de toda índole para que actuaran siguiendo las directrices de una ética de la virtud?

Quizá no sea tanto cuestión de convencer a las autoridades, como de seleccionarlas cuidadosamente desde el principio. En lo que se refiere a la persuasión, las acciones virtuosas podrían legitimar a líderes y dirigentes, y dado que la legitimidad es un recurso útil para ellos, quizá de esta forma considerasen acertado no ser tan arrogantes o ser honestos y consecuentes con lo que prometen, etc.

¿Cómo podría compaginarse una ética de la virtud (individual) con leyes y normas internacionales (de Estados o grandes corporaciones) que parecen condicionar todos los actos de los individuos con responsabilidades políticas, empresariales o sociales? ¿No cree que la ética de la virtud debería aplicarse simultáneamente en todas las capas del sistema, para que realmente pueda funcionar?

Tiene razón al sugerir que la ética también es una cuestión sistémica pero, como he señalado, no considero a la ética de la virtud como sustituto de factores sistémicos, sino más bien como un complemento de estos.

¿Qué estudios o iniciativas previos son la base de su trabajo sobre la ética de la virtud?

Por lo que yo sé, nadie ha planteado esto de manera específica y sistémica en lo que se refiere a la gobernanza global, pero algunos expertos (como Dag Hammarskjöld) sí que han estudiado la ética individual de ciertos individuos, y otros especialistas han aplicado la ética de la virtud a escenarios más específicos.

Además, profesores de economía han diseñado una ética de la virtud aplicable a los negocios, y estudiosos de la administración pública han hecho algo similar para directivos de agencias burocráticas nacionales.

El periodista que arruinó su carrera por anunciar el fin de la 2ª GM

BITACORAS.COM – 04/12/2012 – En ocasiones cumplir con tu trabajo de forma honesta y comprometida no sirve para lograr un reconocimiento profesional, sino que puede convertirse en la causa que destruya una exitosa carrera. Precisamente eso fue lo que le ocurrió a Edward Kennedy, un corresponsal de guerra de Associated Press (AP) que tuvo la mala suerte de dar una de las noticias más importantes noticias de la primera mitad del siglo XX: el fin de la Segunda Guerra Mundial.
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Edward Kennedy durante la Segunda Guerra Mundial

El comienzo de la caída en desgracia de Kennedy, tal y como nos recuerda el blog «Cuaderno de historias», tuvo lugar en la madrugada del 7 de mayo de 1945, cuando los periodistas que cubrían el conflicto bélico fueron testigos de la rendición incondicional de la Alemania nazi en la ciudad francesa de Reims.

Los países aliados decretaron un embargo de esa información, de forma que no podría publicarse hasta 36 horas después, a fin de poder limar ciertas asperezas que existían con el bloque soviético antes de que la información fuera oficial.

Sin embargo, a lo largo de ese día la noticia comenzó a filtrarse en algunas radios alemanas, posiblemente para alertar a algunos mandos militares y darles tiempo para abandonar el país. Al ver que los alemanes se habían saltado el pacto de silencio, Ed Kennedy decidió llamar a la sede de la agencia en Londres y dictar un artículo en el que, en auténtica primicia, anunciaba el final de la Segunda Guerra Mundial.

La noticia fue portada de un gran número de ediciones extraordinarias en los principales periódicos del planeta. Sin embargo, causó un gran malestar en el Gobierno de los Estados Unidos, que consideraba que el reportero había desafiado las censuras militares. Precisamente ese hecho motivó que meses después AP decidiera prescindir de sus servicios y le fuera retirada su credencial de periodista.

Los grandes periódicos y la mayor parte de sus compañeros le dieron la espalda y solo pudo encontrar trabajo en un pequeños diarios locales, hasta que en 1963 falleció a causa de un atropello.

El pasado mes de mayo de 2012, 67 años después de que Kennedy diera la mayor primicia en la historia de la agencia, AP se disculpó públicamente con el reportero y reconoció que su despido había sido un grave error, tal y como recogió el blog «Clases de Periodismo».

Ahora, un grupo de 54 destacados periodistas ha iniciado una campaña para que se premie a Kennedy con un Pulitzer a título póstumo y su nombre pueda ocupar el lugar que según ellos merece dentro de la historia de la profesión, según publica el «Washington Post».

Medio mundo conectado a Internet para 2017

Internet se ha convertido en parte fundamental de la vida diaria de muchísimas personas, de hecho el acceso a la Red de redes ha sido declarado derecho fundamental por la ONU, y poco a poco va mejorando sus resultados. O eso se espera.

Una nueva edición del Cisco Visual Networking Index refleja el fuerte ritmo de crecimiento que experimentará Internet gracias a los dispositivos móviles, el vídeo y la banda ancha fija.

One world: one internet.

One world: one internet.

Si a día de hoy una tercera parte de la población mundial, esto es, unos 2.300 millones de personas ya son internautas, en 2017 esta cifra debería rondar los 3.600 millones, lo que supone más del 48% del total de habitantes mundiales previsto para dentro de cuatro años. ¿Cuántos de ellos serán españoles? 39,2 millones.

Al menos así lo recoge el informe Cisco Visual Networking Index (VNI) 2012-2017, que analiza el crecimiento y evolución del Protocolo IP a escala global y que cree que esta evolución se deberá a la explosión de los dispositivos conectados (habrá unos 19.000 millones de conexiones en 2017), a las mejoras en banda ancha fija (la velocidad media se multiplicará por 3,5 de aquí a ese año, desde los 11,3 Mbpshasta los 39 Mbps) y a un mayor uso de los servicios y las apps de vídeo (se estima que 2.000 millones de personas recurrirán a ellos con una capacidad para generar 3 billones de minutos de vídeo al mes o el equivalente a 6 millones de años).

Y eso no es todo, a nivel de tráfico IP, los hogares producirán 74,5 Gigabytes mensuales frente a los 31,6 Gigabytes de estos momentos, ya que se pasarán de los 4,7 dispositivos/conexiones a los 7,1 dispositivos/conexiones. Y, entre tráfico fijo y móvil se alcanzarán los 1,4 Zettabytes anuales, la mayor parte gracias al uso y popularización de dispositivos como los smartphones, las tabletas y las televisiones.

Evolución geográfica

Pero también gracias a la pujanza de la región Asia-Pacífico. Eso sí, los lugares en los que el tráfico IP crecerá más rápidamente de aquí a cuatro años serán Oriente Medio y África. Por su parte, Europa Central aportará 8,8 Exabytes mensuales y Latinoamérica contribuirá con 7,4 Exabytes.

Lo más llamativo es que este cóctel de números, predicciones y crecimiento, y más concretamente el dato de los 1,4 Zettabytes, significa que el tráfico que cruzará las redes a escala global en 2017 será mayor que la suma de todo el tráfico de las tres décadas anteriores, ya que entre 1984 y 2012 se han movido en todo el mundo unos 1,2 Zettabytes.

Todo esto favorecerá a la difusión de dispositivos y conexiones compatibles con IPv6 desde los 1.600 millones registrados el año pasado a por lo menos 8.000 millones. No en vano, es predecible que alrededor del 42% haya sido diseñado teniendo en mente este protocolo.

¿Por qué la imagen de Alexander Hamilton aparece en el billete de 10 dólares sin haber sido presidente de Estados Unidos?

Marco Antonio Moreno en El Blog Salmón – 22 de febrero de 2013 | 08:14 CET

¿Por qué la imagen de Alexander Hamilton aparece en el billete de 10 dólares sin haber sido presidente de Estados Unidos? En el billete de 1 dólar está George Washington; en el de 5 dólares Abraham Lincoln; en el de 20 dólares Andrew Jackson, en el de 50 dólares Ulises Grant, y en el de 100 dólares Benjamín Franklin, que si bien no fue presidente del país fue presidente del Estado de Pennsylvania, además de ser inventor y héroe de la independencia.Alex Ham

La Razón de que Hamilton comparta este honor junto a estos héroes es muy relevante, y aporta elementos de gran interés para el “problema” de la deuda que aflige a los países europeos. Asi lo entienden algunos académicos que sugieren seguir el ejemplo de Hamilton para resolver el “problema” de la deuda europea. Pero veamos primero quien fue Hamilton, y qué hizo por la política económica de Estados Unidos.

Hamilton, Secretario de Tesoro

Hamilton fue el Secretario del Tesoro del gobierno de George Washington y supo dirigir la política económica del naciente Estados Unidos en un momento en que ese país estaba asolado por las deudas contraídas en su lucha por la independencia. Si bien la ratificación de la Constitución de 1788, le dio al gobierno federal la autoridad de aplicar impuestos, Hamilton, que asumió el cargo en 1789, evitó deliberadamente los prolongados acosos de la política fiscal. Pese a que Estados Unidos estaba inmerso en un mar de deudas, no optó por subir los impuestos y aplicar drásticos recortes presupuestarios. Su lema era de que la única forma de superar la situación económica era generar crecimiento y confianza.

Y la tarea era titánica. El valor nominal de la deuda federal y estatal era de 74 millones de dólares, incluyendo 12 millones de dólares adeudados a los bancos holandeses que les habían ayudado a financiar la guerra por la independencia. El producto del país en 1790 ascendía a la suma de 1,6 millones de dólares, lo que indica un ratio deuda/ingreso de 46 veces. Hoy, se asustan muchos países cuando ven que su deuda se empina por sobre el 100 por ciento del PIB (relación 1 a 1). Por eso que el ejemplo de Hamilton demuestra que el “problema” de la deuda pública, llamado también por algunos “acantilado fiscal”, y del cual se hace gran alarde cuando se habla de la deuda y los déficit públicos, no es en verdad un problema si se aplican criterios como los que implantó Hamilton en el llamado capitalismo naciente.

¿Qué hizo Alexander Hamilton?

Hamilton señaló que todas las deudas serían canceladas, y para ello urgió al gobierno a asumir todas las deudas de los Estados, y establecer la solvencia del país para evitar el llamado default (situación de impago) de cualquiera de los 13 Estados de ese naciente país. Esta acción ayudó a consolidar la estabilidad de la Unión y a agrupar en un solo conjunto esos trece Estados dispersos. El gobierno federal asumió todas las deudas de los estados individuales y los combinó en un solo fondo denominado “fondo de amortización de deuda”. Esto quitó la presión que recaía en los Estados individuales, y ayudó a reducir los intereses de los préstamos (hoy prima de riesgo), generando confianza y estimulando la economía. En pocos años, esta notable idea de Alexander Hamilton generó la recuperación y aportó más ingresos a la arcas del gobierno.

En 1794, cuatro años después de que su plan entrara en vigor, la deuda federal había aumentado un poco, pero los ingresos habían aumentado más del triple. El ratio deuda/ingreso pasó de los 46 a 1 de 1790, a 15 a 1 en 1794, y en 1800 llegó a ser 8 a 1. Sorprende que hoy existan presiones draconianas para que los países restrinjan sus aumentos de deuda en momentos en que el aumento de deuda es una de las pocas alternativas reales para salir de la crisis que se vive. Por eso que algo anda mal en la economía. Y todos aquellos que ven el aumento de la deuda pública como el gran cáncer de la crisis demuestran su desconocimiento de la historia. Dos siglos antes del mal llamado keynesianismo existía una receta para las recesiones y las crisis de deuda.

Hamilton no fue un precursor de ese keynesianismo que mal comprenden algunos. Simplemente miró a la economía como un sistema de planificación central, ese método que tanto se exige a las empresas privadas para orientar su presente hacia el futuro, y que les da su razón de ser. El gran mérito de Hamilton es que supo esquivar las presiones (hoy equivalentes a los planes de austeridad y los recortes presupuestarios) con una idea de futuro en la que logró unificar a esos trece Estados en un solo país. Por eso es un héroe, y figura con acierto en uno de los billetes verdes.

Hamilton ignoró la idea predominante en esos momentos, impulsada por Jefferson y Madison, de que lo que valía era pagar la deuda (como se hace ahora), y persuadió al Congreso para emitir nueva deuda con la cual levantar al país. Así fue como la deuda aumentó, pero también aumentaron los ingresos producto de las nuevas inversiones que generó la deuda nueva atendiendo a las nuevas necesidades del país. Para Hamilton, la marea creciente levanta todos los barcos, incluyendo a los más débiles, y ayuda a diluir las disputas de clases que dividen a los países (idea de auténtico contenido keynesiano).

Sólo una vez que la crisis de deuda fue superada, Hamilton comenzó a aplicar impuestos a las importaciones y a aumentar los aranceles a los productos manufacturados importados que podían producirse al interior de Estados Unidos, y también a los productos de lujo como el Whisky, que se importaba de Escocia. Como Ulises Grant (el de los billetes de 50 dólares) diría 80 años más tarde:

“Durante siglos, Inglaterra confió y aplicó medidas de protección, las llevó al extremo y obtuvo resultados satisfactorios. No cabe duda de que a ese sistema debe su fortaleza actual. Tras dos siglos, Inglaterra ha encontrado conveniente adoptar el libre comercio porque la protección ya no tiene nada que ofrecer. Muy bien, caballeros, mi conocimiento de nuestro país me lleva a pensar que en un par de siglos, cuando los Estados Unidos hayan obtenido todo lo posible de la protección, adoptará el libre comercio”.

Este ejemplo de Alexander Hamilton se encuentra en el corazón de algunos académicos como Hans-Werner Sinn y Franz Wolfgang que han descubierto paralelismos sorprendentes entre los problemas actuales de la zona euro y los Estados Unidos de hace 200 años. Tal como en esa época Carolina del Sur y Massachusetts eran vapuleados por el peso de la deuda y nadie quería prestarles dinero, así hoy países como España, Grecia e Italia sufren las inclemencias de la deuda y la falta de liquidez producto de una excesiva confianza anterior en el crédito externo.

Por eso que los primeros años de Estados Unidos, o el capitalismo temprano, son un precedente relevante para la Europa de hoy, y Alexander Hamilton es algo así como un héroe. Ese héroe que hoy requiere Europa para superar la crisis del empantanamiento que le ayude a mirar de frente el futuro.

Una constitución europea para el siglo XXI

5 octubre 2012 – THE GUARDIAN LONDRES

Los líderes europeos están gestando un nuevo proyecto para la Unión. Si quieren que el fracaso de 2005 no se repita, deberían inspirarse en el modelo sudafricano posterior al apartheid. Así lo defienden dos catedráticos, uno portugués y otro estadounidense.

Un fantasma ronda por Europa. El recuerdo de los referéndums nacionales de 2005 que rechazaron la constitución de la UE ha llevado a los líderes políticos a responder a la crisis actual con medidas de emergencia que no necesitan la aprobación popular. Pero las soluciones a más largo plazo requieren una legitimación democrática.EUrope-stars

José Manuel Barroso, presidente de la Comisión, ha llegado incluso a hacer un llamamiento para crear una federación de Estados naciones. El alemán Guido Westerwelle, junto a otros diez ministros de Exteriores [ocho según el original], recientemente propusieron reformas fundamentales que podrían desembocar en una Europa de dos velocidades: siempre que lo apruebe una mayoría cualificada de Estados miembros, el nuevo tratado sería vinculante aunque los demás Estados no den su aprobación. Estas modificaciones tan radicales no se pueden lograr sin el consentimiento popular.

La democracia directa es un asunto arriesgado. Europa no debe repetir los errores organizativos que contribuyeron al fiasco de 2005. La convención constitucional produjo entonces un texto de 350 páginas escrito en un idioma jurídico que desconcertaba a los votantes. Peor aún, no se hizo nada especial para animar a los ciudadanos a que deliberaran seriamente sobre la opción profética que tenían ante sí. No es de extrañar que los debates políticos estuvieran en su mayoría dominados por la insignificante política del momento.

Un nuevo contrato social

Esta vez, Europa debe seguir el ejemplo del exitoso experimento en tres fases de Sudáfrica para crear una constitución. Durante la primera fase, los participantes simplemente intentaron elaborar una declaración de principios básicos. Sólo después prosiguieron con un largo texto legal que determinaba el nuevo contrato social. Por último, el Tribunal Constitucional de Sudáfrica tenía que confirmar si los largos legalismos se ajustaban a los principios iniciales.

Para trasladar esta secuencia a Europa, el proyecto debería seguir los tratados actuales, organizando una convención que represente a las cámaras nacionales y al Parlamento Europeo, a los jefes de Estado y de Gobierno y a la Comisión Europea. Este organismo se centraría en formular principios constitucionales comprensibles, que luego podría revisar una conferencia intergubernamental.

Esta declaración, por ejemplo, expondría los amplios poderes concedidos a la Unión, pero no una lista detallada de competencias; establecería los principios de representación en los organismos europeos, pero no se pronunciaría sobre el sistema de voto. Tras la reciente propuesta de los ministros de Exteriores, también diría cuántos miembros de la UE deben ratificar el tratado final antes de que entre en acción entre las partes firmantes.   Leer más de esta entrada

Encontrado el tapiz de Roda de Isábena robado en 1979 por Erik el Belga

Por J. García Calero. SUR.es – 14/11/2012 – Hace un par de semanas varios miembros de la Brigada de Patrimonio de la UCO de la Guardia Civil viajaron hasta Houston (EE UU), acompañados por dos expertas españolas, con el fin de identificar un tapiz muy valioso y después informar de la prueba pericial a la Fiscalía texana. Según fuentes oficiales, iban siguiendo el rastro a un tapiz robado en la catedral de Roda de Isábena (Huesca), en 1979. El autor del robo no fue otro que el celebérrimo Erik el Belga, afincado en Málaga desde hace años. Ahora la fiscalía tendrá que decidir si, con las pruebas aportadas, queda probado que la pieza, en manos de un coleccionista privado, es la misma.

A finales de noviembre de 2010, la conservadora del Museo Diocesano de Lérida, Carme Berlabé, miraba en internet catálogos de ferias y subastas. Un tapiz llamó su atención: le recordaba mucho al robado por Erik el Belga en una catedral oscense. «Vi que era el de Roda de Isábena -declaró ayer Berlabé-, pero aun así consulté con un gran experto y amigo, Guy Delmarcel, que me lo confirmó. Hablamos con el propietario, De Witt, que está en Malines, Bélgica, pero nos dijo que no podía facilitar información de la procedencia y que iba a venderlo. Entonces decidí hablar con la Guardia Civil y con algún periodista». Paralelamente informó a los obispados de Lérida y Barbastro. «De Witt me llamó a los pocos meses -continúa la conservadora- porque le había contactado la Guardia Civil y se asustó. Había logrado una venta muy provechosa de la pieza a un coleccionista estadounidense, que había pagado 300.000 euros, creo recordar. Temía que ahora por mis informaciones la operación resultase ilegal. Yo le dije que me había limitado a hacer mi trabajo».
Berlabé no se conformó y siguió investigando hasta saber que en 2008, dos años antes, lo había sacado a subasta la casa Hample de Munich. Curioso que, después de 30 años oculto, este tapiz surgiera al mercado. ¿Tal vez porque a los 30 años ha prescrito el delito contra el patrimonio? ¿Quién lo había ofrecido a los anticuarios? ¿Por qué primero como tapiz francés del XVI y luego como flamenco?
Aquella fría noche oscense del 7 de diciembre de 1979, Erik el Belga se llevó de la catedral de Roda de Isábena importantes piezas del patrimonio español. El museo no tenía alarma, el teléfono más próximo estaba a 3 kilómetros y así fue como el Belga se llevó la Silla de San Ramón, que deshizo en piezas (algunas de las cuales no han vuelto a aparecer), dos mitras, dos báculos, una capa de San Ramón, una imagen de la Virgen, un misal de Pergamino, una cruz tallada, objetos de plata, arqueta con relicario y el tapiz de marras.
El textil representa a la Virgen con San Vicente rodeada por dos obispos, uno de los cuales es Pedro Agustín, el obispo de Huesca cuyo escudo aparece destacado en la pieza por ser el donante. Junto al tapiz, entre las piezas de más valor, cabe destacar la capa románica, una talla de San Juan (s. XVII) y una arqueta de esmalte procedente de Limoges. El posible regreso de la pieza está ahora en manos de la fiscalía de Houston.

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‘La edad de los prodigios’ de Richard Holmes

por Daniel Mediavilla.

En ‘La edad de los prodigios’ Richard Holmes hace un retrato de los científicos que construyeron buena parte de los andamios filosóficos sobre los que se sustenta el mundo moderno.

No cortaron la cabeza de ningún rey ni lanzaron soflamas contra Dios, pero cuando se fueron su mundo tenía poco que ver con el que encontraron. Los científicos que aparecen en La edad de los prodigios, la fascinante obra de Richard Holmes (Editorial Turner), cambiaron el mundo utilizando el método más revolucionario que existe: observar la naturaleza con atención, acumular datos, analizarlos sin prejuicios y sacar conclusiones.La-edad-de-los-prodigios

El estudio del cosmos, liderado por William Herschell, descubrió un espacio profundo e inmenso en el que la posibilidad de que los humanos fuesen los únicos seres inteligentes se hacía improbable. Los geólogos, con James Hutton a la cabeza, encontraron un mundo antiquísimo, formado hacía millones de años y no 6.000 como sugería el estudio de la Biblia. Y la biología, con la teoría de Charles Darwin como estandarte, acabó de sacar a la humanidad del centro del universo.

En su retrato de la época romántica británica, Holmes comienza con la vuelta al mundo de Joseph Banks a bordo del buque Endeavour, al mando del capitán James Cook, que partió en abril de 1769, y acaba con la que inició Charles Darwin en el Beagle, en diciembre de 1831. El joven Banks, que después sería presidente de la Royal Society durante 42 años y se destaparía como uno de los mejores cazatalentos científicos de la historia, capturó en su viaje los instantes postreros de uno de los últimos paraísos en la Tierra, las islas de Tahití antes de la llegada de los europeos.

La destrucción de la inocencia a través de la exploración, de la que también se puede culpar a Darwin, es una de las acusaciones que algunos románticos hacían a los hombres de ciencia de la época y que hoy tienen sus ecos en los movimientos antivacunación o antitransgénicos. Ese intento por explicar la naturaleza y dominarla, que tan bien encarna Humphry Davy, otro de los protagonistas de la historia de Holmes, alentó la esperanza y el terror. La primera la encarna un invento como la lámpara de seguridad de Davy, que salvó a infinidad de mineros al protegerles de las explosiones de metano. El segundo, Frankenstein, la gran metáfora de la ciencia extralimitada y fallida, creación de Mary Shelley, una escritora nada contraria a los científicos que conocía a Davy y a muchos de los grandes de su tiempo.

Gran parte de las historias de aquella época siguen siendo actuales. La dualidad de la ciencia, útil para el bien y para el mal, se observa en el trabajo de Davy. Con su lámpara salvó vidas evitando explosiones, pero durante la larga guerra de su país contra Francia no dudó en poner su ingenio al servicio de la producción de explosivos para matar mejor al enemigo. Él, una de las mentes más poderosas de una época en la que se empezaron a poner en duda creencias arraigadas durante siglos, acabó renegando de la razón en sus últimos días. En sus Consolaciones en el viaje, una especie de memorias escritas cuando veía cerca su muerte, llegó a escribir que “el arte de vivir feliz es, creo, el arte de estar agradablemente engañado; y la fe es en todo superior a la Razón que, después de todo, no es más que un peso muerto en la edad avanzada, aunque sea como el péndulo para el reloj durante la juventud…

En su obra, Holmes recoge la complejidad de personas como Davy y hace un relato de las glorias de una época, pero también de sus miserias y sus dilemas, y cuando habla de ellos, habla también de nosotros. Leer La edad de los prodigios es, entre otras muchas cosas, embarcarse en un viaje por un tiempo y unas mentes que  ansiaban el conocimiento, la sustancia más explosiva que existe. Como muestra este libro, el camino para obtenerlo fue casi más interesante que los resultados que ha proporcionado.

“Alan Turing fue esencial para ganar la Segunda Guerra Mundial”

  27/10/2012 en Materia. ENTREVISTA | Pedro Bernal, ex director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional.

La segunda mitad de 1940 y la primera de 1942 fueron conocidas por las tripulaciones de submarinos alemanes como los tiempos felices. Durante esos meses, sus victorias en la campaña del Atlántico fueron numerosas y sus riesgos, limitados. Como cuenta Pedro Bernal, teniente general del Ejército del Aire y ex director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), esas dos etapas de triunfos coinciden con la inclusión de novedades dentro de Enigma, la máquina empleada por Alemania para sus comunicaciones seguras durante la Segunda Guerra Mundial.AlanTuring-Bletchley

Esta relación entre los triunfos aliados y su capacidad para interceptar las comunicaciones enemigas ofrece una idea del valor del trabajo del matemático Alan Turing y todo el equipo que trabajó desde la mansión de Bletchley Park, en Buckinghamshire (Inglaterra), para desencriptar los mensajes nazis. En una conferencia enmarcada en el simposio internacional El legado de Alan Turing, organizado por la Fundación Ramón Areces en el centenario de su nacimiento, Bernal ofreció su visión sobre la relevancia del trabajo de inteligencia del matemático británico, que pudo acortar la guerra hasta dos años y fue esencial para la victoria aliada.

¿Habrían ganado la guerra los aliados sin Turing?

No sé si sin Ultra [el programa británico para romper los códigos alemanes] o sin Turing, pero desde luego sin las labores de inteligencia que desarrollaron, no. Creo que la importancia de este trabajo se podría valorar aún mejor si pudiésemos aplicar un método científico riguroso para ver qué cantidad exacta de mensajes se consiguió descifrar y cuándo. Se podría establecer una medida del éxito de la inteligencia mucho más precisa, pero por la propia naturaleza de los materiales de los que estamos hablando, todo eso ha sido confidencial y ha estado clasificado. Pero en cualquier caso, creo que en aquel combate de las armas que se trasladó a las ondas, sin el trabajo de Ultra, posiblemente, no se habría ganado la batalla del Atlántico, y creo que el trabajo de Turing, si no fue una causa excluyente, desde luego fue un factor esencial para el triunfo.

Usted ha observado una relación entre las innovaciones alemanas en sus sistemas de encriptación y etapas de más éxitos militares para sus ejércitos justo a continuación. ¿Por qué no introdujeron esas innovaciones con más frecuencia?

Hay un debate, todavía hoy, sobre hasta qué punto los alemanes sabían que eran vulnerables en algún aspecto, por aspectos de diseño de la máquina o por procedimiento. Creo que ellos lo sospechaban, aunque no tenían certeza. Por otro lado, incluso cuando capturaban alguna máquina, había quien decía que daba igual, porque, aunque tuviesen la máquina o los códigos, la utilización que se estaba haciendo de ellos y los cambios que se estaban realizando día a día harían imposible que los enemigos accediesen a la información. Pero entiendo que ellos sospechaban que algo funcionaba mal porque también veían que cuando introducían un cambio, observaban una mejora que después con el tiempo se difuminaba.

¿Pudieron hacer algo más para evitar que se interceptasen sus mensajes?

Ellos hacían cambios de carácter disciplinario, de protocolos, pero para mí hay algo más que podían haber hecho. Basaron tanto sus mensajes en Enigma que posiblemente con eso facilitaron el que redes o mensajes que no eran tan opacos pudieran ser descifrados y comprometiesen el resto. Si hubieran concentrado la utilización de Enigma para aquellos mensajes de importancia capital, y el resto los hubiesen transmitido por otras redes, habrían dificultado mucho más la labor a quienes querían romper el código. Leer más de esta entrada

Expertos piden retrasar la hora española para mejorar la conciliación y la productividad

Vía La Vanguardia  14/10/2012 por Celeste López.

La idea no es nueva, pero cada vez que Nuria Chinchilla, profesora del departamento Dirección de Personas en las Organizaciones y directora del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE Business School la explica, el debate se reaviva. En pocas palabras, su propuesta se basa en que España adopte el horario de Gran Bretaña y Portugal, tal como le correspondería por su situación respecto al meridiano de Greenwich, con el más que honroso fin de mejorar la conciliación de la vida laboral, personal y familiar de los ciudadanos y aumentar la productividad de las empresas. Objetivos que, según expertos en gestión del tiempo, empresarios y trabajadores, son clave para salir de una crisis económica que atenaza y estrangula a la sociedad.Time Zones Map

Pero, ¿es posible alinearnos con el horario británico? «Por supuesto que sí, de hecho fue el horario español desde 1884, año en el que se celebró una conferencia internacional en la que se acordó que el meridiano de Greenwich sería el de referencia para establecer el día universal«, señala Chinchilla. Pero este huso horario se modificó en 1942, cuando la España de Franco decidió ubicarse en el huso horario de Europa central por su apoyo a la Alemania de Hitler, tal y como relató en el VII congreso nacional para racionalizar los horarios españoles, celebrado esta semana en Madrid, y en el que han participado 200 personas del mundo económico, mediático, político, sindical, social y de la sociedad civil.

Por ello, pese a que el meridiano de Greenwich pasa por Castellón, España tiene el horario de países tan distantes como Suecia, Dinamarca, Alemania o Chequia, rigiéndose por unas horas alejadas de la solar, de modo que en Valencia hay una hora de diferencia con respecto a lo que le correspondería en invierno y dos en verano, y que en Galicia llegue a haber hasta dos en invierno y tres en verano.

Esto tiene consecuencias nefastas para el normal desarrollo de la vida de los españoles, sobre todo, laboral. ¿Por qué? «Porque si comemos entre las dos y las tres de la tarde y cenamos entre las 21 y 22 horas, deberíamos empezar a trabajar entre las 10 y las 11. Eso sería lo lógico. Pero no lo hacemos, sino que nos levantamos temprano, alargando la mañana de manera eterna dando como resultado una jornada interminable«, señala profesora del IESE.

El resultado de esta situación es bien conocido: jornadas laborales que no tienen fin, que imposibilitan que el ciudadano pueda tener una vida más allá del trabajo, que le angustia y le quema y que, encima, no se traduce en un beneficio para la empresa, al contrario. Prueba de ello es la baja productividad de las empresas españolas, tal y como reiteran una y otra vez los estudios internacionales.

¿Cuál es la solución? Según Chinchilla, que el Gobierno no modifique el reloj en el próximo cambio de hora del verano, 31 de marzo del 2013, «de tal manera que nos situaríamos con la hora de verano de Europa Occidental, ¡la nuestra! La misma que Portugal, Gran Bretaña y Marruecos«, señala la profesora Chinchilla. Según sus cálculos, esto permitiría ganar una hora la vida familiar y personal. «Si esta medida, que tiene coste cero, se une a la reducción del tiempo de comida de las dos horas actuales a una, se ganaría mucho más… De tal manera que los españoles tendrían más tiempo para ellos mismos, estarían más satisfechos con su vida y su trabajo, menos estresados y las empresas aumentarían su productividad».   Leer más de esta entrada

El éxito del «Homo sapiens» se debió a sus capacidades simbólicas y espaciales

Vía Terra Antiquae   14/5/2012 que su vez lo captó Vía: Université de Montreal| 8 de mayo de 2012

Si bien la desaparición de los neandertales sigue siendo un misterio, los paleoantropólogos tienen una mayor comprensión de lo que permitió a sus jóvenes primos, el Homo sapiens, conquistar el planeta.

De acuerdo con 
Ariane Burke, profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de Montreal, y según un estudio publicado en Quaternary International, la rápida dispersión de los humanos anatómicamente modernos no se debió tanto a una inteligencia superior o a mejores técnicas de caza y recolección, sino más bien a la creación de objetos simbólicos que les permitieron ampliar sus relaciones sociales a través de vastos territorios.


Simbolismo e intercambio social

El
 Homo sapiens llegó a Europa hace unos 45.000 años, procedente de África. En menos de 15.000 años se las arregló para ocupar la totalidad de Europa y Eurasia, una expansión extremadamente rápida. Los neandertales, por el contrario, nacieron de Europa, apareciendo en el continente hace más de 250.000 años, después de que sus antepasados, el
 Homo ergaster, se hubieran establecido 600.000 años antes. Homo sapiensAunque fisiológicamente bien adaptados al clima frío de los períodos glaciales y postglaciales, ¿por qué los neandertales no tuvieron tanto éxito como sus recién aterrizados rivales en la colonización del continente?
 «Los neandertales eran capaces de cazar animales de manada, de realizar caza mayor», dijo la investigadora.
 «También sabían cómo alimentarse de crustáceos, plantas y frutos secos».

Por otra parte, ocuparon diversos territorios con variedad de climas, que van desde la Península Ibérica hasta Oriente Medio y las montañas del Altai. Sin embargo, nunca ocuparon las llanuras del norte de Europa, donde habrían sido capaces de sobrevivir bastante bien.

Con base a estos hechos, y teniendo en cuenta que los territorios ocupados por los neandertales eran pequeños y distantes entre sí, Burke especula que la superioridad del
 Homo sapiens se encontraba en su organización social, la cual se desarrolló durante el Paleolítico Medio entre 200.000 y 35.000 años atrás. Este organización social «moderna» se caracterizaba por el mantenimiento de relaciones personales, a pesar de la ausencia de las personas implicadas y de las largas distancias.

La extensión de estas relaciones fue posible gracias a la invención de objetos culturales y simbólicos, los cuales facilitaron el intercambio entre grupos.
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