Consecuencias actuales de la guerra del Peloponeso

Artículo por César Molinas.

Sostiene el físico David Deutsch que los humanos no somos todavía inmortales porque Atenas perdió la Guerra del Peloponeso. La frase se las trae, y voy a dedicar la primera parte de este artículo a analizarla con algún detalle para introducir la noción de progreso. En la segunda parte discutiré el papel del progreso, en particular el del I+D+i y de su financiación, en un proyecto de futuro para España.

Batalla naval en el puerto de Siracusa (Sicilia), donde los espartanos derrotaron a los atenienses durante la segunda guerra del Peloponeso. / GETTY

Me cambié el ordenador hace poco. El viejo se había quedado obsoleto y ya no podía con los antivirus y programas de oficina de última generación. Hice una copia de todos los archivos y programas que tenía en el disco duro y la trasladé al ordenador nuevo, en donde todo volvió a funcionar a gran velocidad. En otras palabras, en 15 minutos conseguí transmigrar el alma de mi renqueante ordenador viejo a mi nuevo y flamante cuatro-núcleos. Mi ordenador tiene un alma potencialmente inmortal: basta con cambiar el hardware de vez en cuando para tenerlo siempre joven, lozano y capaz de hacer cosas nuevas de manera ilimitada.

La inmortalidad del alma no tiene por qué ser una prerrogativa exclusiva de los ordenadores. Es concebible que un proceso similar al descrito en el párrafo anterior pueda realizarse con humanos dentro de algunas generaciones. Una copia del software cerebral —los muchísimos millones de interconexiones neuronales— podría trasladarse a un cerebro nuevo que controlaría un cuerpo también nuevo que alojaría a un alma, ahora sí, inmortal. No creo que haya leyes de la física que impidan este proceso. Si no lo estamos haciendo ya es porque no tenemos el conocimiento suficiente, es decir, que el problema que tenemos es técnico. Si el progreso continúa, la solución de cualquier problema técnico es una cuestión de trabajo y de tiempo. Conseguir la inmortalidad, en el sentido dado en este párrafo, depende de la continuidad del progreso.    Leer más de esta entrada

La peor tormenta solar de la historia causaría ahora 22.860 millones € de pérdidas

Si se volviera a producir hoy en día la mayor tormenta magnética solar de la que se tiene registro, datada en 1859 y a la que los científicos de la época bautizaron como Evento Carrington, las pérdidas en los sistemas de telecomunicaciones por satélite rondarían los 22.860 millones de euros.

Tormenta solar 2012

Imagen que muestra una de las últimas y más importantes explosiones que ha tenido lugar en el Sol. Fuente: Nasa

El proyecto europeo Spacecast, puesto en marcha el 1 de marzo, ofrecerá datos regulares y fiables del tiempo espacial, actualizado cada hora, que ayudará a proteger los satélites utilizados para la navegación, las telecomunicaciones, la teledetección y otros servicios, ha informado la Universidad de Barcelona, que cuenta con varios investigadores que participan en este programaSpacecast analizará los fenómenos explosivos que tienen lugar en el sol que emiten partículas de alta energía y radiación electromagnética que afectan a la Tierra y su campo magnético.

El tiempo espacial es el conjunto de condiciones del medio interplanetario, entre el Sol y la Tierra, en un momento determinado, y refleja las alteraciones debidas a la actividad solar.

Según el catedrático del Departamento de Astronomía y Meteorología de la UB Blai Sanahuja, que participa en el proyecto Spacecast, «la importancia de estos fenómenos no ha cambiado tanto por el sol, que sigue su ciclo habitual, sino por nuestra dependencia de estos cambios que cada vez tiene un impacto más grande en nuestra tecnología«.    Leer más de esta entrada

Nikola Tesla, el hombre que inventó el siglo XX

Nikola Tessla

Nikola Tesla sostiene una bombilla en sus manos. | Museo Tesla de Belgrado.

Muchos libros de texto todavía atribuyen la invención de la radio al italiano Guillermo Marconi. Su verdadero inventor, sin embargo, fue el ingeniero de origen serbio Nikola Tesla (1856-1943), el padre de la electricidad comercial y seguramente el más genial inventor del siglo XX. Un hombre que pese a su gran inteligencia, su originalidad y su controvertida personalidad -o quizás debido a ellas- tuvo que hacer frente a numerosos obstáculos en su carrera. Incluso llegó a ser considerado un loco.

Tan brillante como desconocido. En 1943 la Corte Suprema de EEUU retiró a Marconi la patente (por la que había ganado el Premio Nobel en 1909) y reconoció a Tesla como el verdadero inventor de la radio. Aunque éste fue sólo uno de sus numerosos y extraordinarios descubrimientos, su enorme aportación a la ciencia sigue siendo desconocida por buena parte del público.

Hasta el 29 de marzo, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid acoge ‘El maravilloso mundo de la electricidad de Nikola Tesla‘ una exposición itinerante que recuerda su fabuloso legado.

De hecho, muchos le consideran el mayor genio de la humanidad detrás de Leonardo da Vinci. Ambos aportaron ingeniosas soluciones en campos muy diversos, transgredieron los límites científicos de su época y anticiparon inventos que transformarían la vida de los ciudadanos mucho tiempo después.    Leer más de esta entrada