Niños y chimpancés imitan el comportamiento de la mayoría

Por Teresa Guerrero – La tendencia a imitar lo que hacen los demás no es exclusiva de los adultos humanos. Desde bien pequeños, los niños también optan por seguir a la mayoría, según ha comprobado una investigación publicada en ‘Current Biology’.

Estudio 1

Representación de las diferentes opciones en uno de los ejercicios. | C.B.

Además, los investigadores del Instituto Max Planck que firman este estudio han detectado que los chimpancés se comportan de una forma parecida. Los orangutanes, sin embargo, otros primates muy cercanos al hombre, son más independientes y menos influenciables a la hora de dejarse guiar por las decisiones de los demás.

Tras realizar tres experimentos, los científicos comprobaron que los niños de dos años de edad son más propensos a imitar una acción que han visto realizar a tres pequeños de su entorno, que si esa acción ha sido realizada por un solo niño y repetida varias veces. Lo mismo ocurre con los chimpancés.

Los autores del estudio, liderados por Daniel Haun, creen que el hallazgo muestra que humanos y chimpancés comparten estrategias para el aprendizaje social. «Creo que poca gente esperaba que los niños de dos años estén ya influenciados por la mayoría«, señala Haun, que aconseja a padres y profesores que presten atención a las dinámicas de estas interacciones entre niños.

A pesar de que la idea de que a tan temprana edad ya se muestren tan influenciables no parece algo positivo, los autores de este artículo destacan que imitar lo que hace la mayoría tiene sus ventajas desde un punto de vista evolutivo. Afirma Haun que la tendencia a adquirir los comportamientos de la mayoría ha sido clave para transmitir estrategias de comportamiento relativamente seguras y productivas.

La transmisión cultural, subrayan los autores, es un componente clave de la evolución humana. Los científicos creen que los chimpancés (‘Pan troglodytes’) y los orangutanes (‘Pongo pygmaeus’), dos de las especies más próximas al hombre (‘Homo sapiens’), también comparten sus costumbres generación tras generación,, aunque se desconocía hasta qué punto esta transmisión se parece a la de los humanos. La tendencia a comportarse de la misma forma que lo hace la mayoría no había sido demostrada en primates hasta ahora.    Leer más de esta entrada